1. Reviviendo una historia


    Fecha: 29/11/2025, Categorías: Hetero Autor: suspense, Fuente: CuentoRelatos

    ... través de la tela de éstas cada pliegue de tu sexo, notando como poco a poco la humedad impregnaba tu ropa interior hasta empaparla.
    
    Una vez conseguido esto, mis dedos se volvían mas atrevidos y querían el contacto directo de tu piel, acariciaban tus labios vaginales en un dulce vaivén, tus gemidos subían de tono y perlas de sudor aparecían en tu rostro.
    
    Los movimientos se volvían más rápidos, tu vulva era un pequeño y oloroso estanque en el que mi mano no dejaba de surcar, y entonces buscaba el botón mágico, un clítoris que había ido creciendo poco a poco hasta ser una pequeña roca dura y tremendamente sensible, mis dedos en ese momento se dedicaban por completo a él, lo acariciaban con dulzura, sin pausa pero con distintos ritmos.
    
    Tu ojos y tu boca siempre me indicaban cuando estaba haciendo las cosas bien y cuando querías otra cosa. Y en ese instante me indicaban que el estallido estaba muy cerca de producirse. Aceleré el ritmo de mis caricias a tu clítoris, ahora lo acariciaba con mi dedo pulgar, mientras mi dedo corazón se introducía en las profundidades de tu vulva penetrándote lentamente y rozando circularmente las paredes de su interior.
    
    Gemiste roncamente, y te mordiste el labio inferior, era el momento, aumenté el ritmo todo lo que pude, mi dedo te penetró lo más profundamente posible y entonces el volcán se puso en erupción, te derramaste en mi mano a la vez que nos besábamos.
    
    Nos miramos a los ojos, me gustaba contemplar tu rostro después de haberte ...
    ... masturbado, esos largos rizos rojos tuyos despeinados, esos ojos verdes acuosos, tu cara perlada en sudor, esas mejillas sonrosadas y esos labios carnosos y tentadores.
    
    ―Contigo nunca es igual, siempre consigues que llegue un pasito más lejos, cada día experimento sensaciones nuevas y maravillosas.
    
    ―También tú me haces sentir y desear cosas nuevas y maravillosas, mi vida.
    
    Volvimos a besarnos durante unos instantes de forma apasionada.
    
    Te pusiste de rodillas sobre la alfombra y tu perturbadora sonrisa lo dijo todo antes de que sucediera. Yo sentado en el sofá, tus manos desabrochando la hebilla del cinturón y los botones de mi pantalón, nuestros ojos fijos los unos en los otros.
    
    Me desnudaste de cintura para abajo sin apenas darme cuenta, tus ligeras y finas manos comenzaron a acariciar mi sexo aún dormido, la temperatura de mi entrepierna comenzaba a aumentar, acariciabas mis testículos con verdadera maestría, tus largos dedos comenzaron una lenta masturbación.
    
    Mi sexo comenzaba a despertarse, tus manos se desplazaban con pasión sobre el tronco de mi pene, mi excitación aumentaba de forma exponencial, me mirabas a la cara y me decías palabras hermosas.
    
    Tu boca se aproximaba a mi ya tremendamente erecta polla, noté tu aliento antes de que tus labios aprisionaran mi glande, la calidez de tu boca dio cobijo a la prácticamente totalidad de mi pene y un escalofrío recorrió mi espalda como si de una descarga eléctrica se tratara.
    
    Tu lengua se desplazaba por ...