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La casona
Fecha: 03/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: ElDuque, Fuente: CuentoRelatos
... darme cuenta, ante lo absorto que estaba observándola, él había preparado todo para invadirla con su propia intimidad, su miembro ahora la llenaba, lo sabía, pues su rostro desencajado y su gemido que se debatía entre placer y dolor acusaba que estaba llegando a lugares de su cuerpo que no habían sido tocados, ella ahora era levantada apoyada contra el auto y el ímpetu de su acompañante quien la levanto moviendo el auto con cada embestida que le daba, con lo que el gemido se volvió un grito ahogado, había llegado aún más adentro. Ella se había perdido, en aquel estacionamiento fuera de aquella fiesta, bajo el cielo nocturno, rompiendo todo limite, entregándose sin restricciones, sin limitaciones, sin timidez ni reparos, nada a su amante le era prohibido, todo permitido deseado, provocado y yo desee con todo mi corazón creer que fruto del alcohol y el exceso de la noche, pero ya sabía que no, que la mujer que conocí, mi esposa había elegido esa noche, ese momento y a ese hombre. Durante unos minutos ella se columpio violentamente, furiosamente contra el cuerpo de su amante, como queriendo romper la barrera que les separaba y fundirse en una sola piel, en una sola carne, nunca la vi así, el la soportaba, le besaba le hablaba palabras que hacían que ella respondiese solo con gemidos, con besos, respirando directamente en su boca, dándole gemidos y sollozos que el respiraba y respondía con bramidos, mordidas en sus labios con sus manos apretando sus senos mientras con sus ...
... manos tomaba su trasero desnudo en intentaba, por lo que logre intuir de sus movimientos, poseerla por todas sus intimidades, aunque sin éxito y al darse cuenta. Su amante comenzó a morder sus pezones mientras ella solo gemía, cada vez más fuerte, yo desde el otro extremo la veía consumirse en un violento orgasmo como nunca antes le vi, su rostro rojo hablaba de la tensión del momento, del alcohol, del desahogo, del placer, pero no del término, aun no acababa, pues él la tomo, la puso contra el vehículo y abría sus piernas al tiempo que mordía su cuello mientras desde atrás la penetraba, ella solo se entregaba agonizaba en cada estocada, pero aun perdida en el profundo orgasmo anterior, mientras el cada vez con más ímpetu le invadía, hasta que en un punto ambos se abrazaron en esa posición y lanzaron un quejido que me dio a entender que había acabado, ella en él y el en ella. Yo me aleje de vuelta, atrás ellos se besaban entre suspiros, mientras yo con pasos zigzagueantes, perdido en mis pensamientos, en mis contradicciones, me alejaba. La vi perdida en otro hombre como nunca se perdió en mí, en un desconocido, un hombre al que devoro como nunca me devoro a mí y al cual ella se entregó, sin reservas, de dejo devorar, poseer, y el la hizo suya, camine alejándome de aquel lugar hasta mi vehículo, digiriendo el momento, sabiendo que ella ahora talvez se abrazada o besada con su acompañante, como tantas veces lo hizo conmigo tras hacer el amor, salvo que ahora realmente ella ...