Complaciendo a mi Madre - Relatos Eróticos

Complaciendo a mi Madre

... no puedo decirte que mi cola era virgen, pero ya me estoy acostumbrando a tu verga desde la primera vez, ya que tu padre casi nunca me cogio x el culo. En verdad, tu padre era bastante formal y casi nunca me cogió por allí. Pero, un amante ocasional, me sedujo hasta tal punto que me la dio por el culo. No lo gocé demasiado porque creo que no lo hizo bien. La metió de golpe y comenzó a moverse rápidamente. Cuando me estaba acostumbrando a su tamaño, acabó adentro de mi. En verdad, fue una gran decepción ya que había fantaseado mucho con una buena culeada”- -“Qué hermosa mami, Si no fueras mi madre podría enamorarme de vos. Si, divina, me encanta que me acaricies la pija así. Me parece, putita, que la estás excitando para que te haga la cola. ¿Querés que te coja por el culo, no? Te veo apuradita. Te encanta la verga, mami. Podría cogerte durante horas…muchas horas…”-“Si, mi bebé, quiero sentirte en mi culo, ahora. Esta noche sos mi dueño, soy totalmente tuya. Mi culo te desea…te quiere adentro. Pero quierelo, cariño, haceme gozar no sufrir, quiero volverme loquita y que me lo llenes de lechita. Sos mi amor,,,kevin…mío” -“Hoy te dije que iba a cogerte como se me antojara y que no podías resistirte. Pero te amo, mami, y quiero que disfrutes. Sí, mami, voy a llenarte el culo de leche…pero no voy a rompértelo…voy a amarlo”-. Mi verga ya estaba nuevamente al palo por sus continuas caricias. Me tendí con mi palo apuntando al cielorraso y la tomé amorosamente de la mano. –“Vení, ...

... mami, sentate arriba de mi pija y manejá la penetración con la cintura. Andate enterrandola a medida que la soportes. Tu culito te irá pidiendo verga según la desees”- Me miró y sonrió con expresión de novia enamorada. Lubriqué la puerta de su ano con mi saliva y esperé impaciente. Tomó mi verga con amor, pasó su lengua por la cabeza rosada, abrió sus piernas y comenzó a sentarse, a autosodomizarse con la verga enhiesta de su amado retoño. Su mirada no se separaba de la mía. Su mordía el labio inferior en una mezcla de lascivia y sufrimiento. Mi glande ya era agradecido huésped de ese deseado anfitrión. mi putita gemía suavemente: -¡Ay amor!…me duele pero me gusta…la siento entrar muy suavecito. muy lubricada, ¡Ay kevin! Me está abriendo toda, mi amor, como me culeás. ¡Ay, vida! Enterramela un poquito vos, movete despacito, yo te freno si no aguanto. ¡Ay, cabroncito hermoso” Así, hasta ahí. ¡Cómo la siento! ¡Me quema el orto, vida, pero me encanta! Así, acariciame el clítoris. Sos hermoso, es bárbaro como me lo hacés. así vale la pena. ¡Ay kevin…Ay kevin…mi amor…! Enterramela amor…la quiero toda…damela…llename el culo. Ayyyyyy asi, asi, asi”. Mis testículos golpeaban contra las nalgas de mi mami. Mi verga estaba hundida hasta el fondo en su culo, La mujer que, hasta hace un momento, pedía clemencia en la penetración, mi madre, ya se movía furiosamente con mi pija llenándole el ano. –“Así, bb, ¡Qué culeada me estás pegando! La tengo toda adentro. ¡Como me llena! Movete guachito, ...