-
Tradición familiar
Fecha: 09/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Andy84, Fuente: CuentoRelatos
... cuerpo se convulsionó sin poder controlarlo. Continuó cogiéndome con fuerza y me preguntó si me cuidaba; le dije que no; entonces me hizo poner en cuatro, fue a buscar una crema y me dijo… ‘entonces también te voy a tener que desvirgar la cola como a tus hermanas’. Me paralicé… solo de imaginar a su enorme pija entrando en mi virgen y apretado culo me daba escalofríos. Lo empezó a lamer, a meter la lengua, a ponerme crema y a meterme un dedo. Yo me solía masturbar a menudo, pero nunca me había metido nada en la cola excepto para bañarme y lavarme y ahora tenía el dedo completo de mi hermano adentro e intentando meter otro. Me dolía, me incomodaba, pero poco a poco me fui acostumbrando y ya cuando se deslizaban con facilidad entrando, saliendo y girando dentro de mí, los sacó, me puso más crema y apoyó la cabeza de su pija en la puerta de mi agujero trasero. Le pedí que por la cola no, que la tenía muy grande, que me lo iba a romper y me respondió ‘que esa era la idea’. La tenía muy dura y empezó a empujar, no entraba, me dolía, se resbalaba, hasta que me separó aún más las piernas, me acomodo y en un nuevo intento siento como mi culo cede abriéndose descomunalmente para darle paso a esa enorme pija que me sodomizaba. Siento como entra la cabeza y como mi culo se cierra apretando el tronco. Me pide que me relaje y que goce. La saca y la pone en tres oportunidades y mi culo aprende a dilatarse y contraerse, en cada embestida me entra un poco más hasta que ...
... finalmente me toma firmemente de la cadera y me la meta entera. Sentí como entraba cada centímetro de ese enorme pedazo de carne duro y grueso que tiene entre las piernas y perforaba mi interior. Le pedí que parara, que ya no me entraba más, que había hecho tope en mi interior, pero en una nueva embestida me la pone hasta que mi cuerpo choca contra sus huevos. Un grito ahogado salió de adentro mío, arañé y me agarré de las sábanas y ambos por un instante nos quedamos inmóviles. Cuando mi culo se acostumbró a esa tremenda invasión comenzó a moverse lentamente. Mi interior estaba totalmente lleno de pija y mi agujero extremadamente dilatado, entraba y salía cada vez un poco más fuerte y rápido mientras me daba chirlos en la cola. Cada vez me daba más duro y el dolor se transformó en placer hasta hacerme acabar una vez más. Me tomó por los hombros y me empezó a coger con fuerza. ‘Me estas rompiendo el culo, me estas rompiendo el culo’ le repetía una y otra vez hasta que me la entierra hasta lo más profundo y en mi sensibilizado culo siento como se le hincha la pija y como larga no menos de tres chorros de leche que inundan mis entrañas. Cuando me la sacó me ardía el culo, lo notaba muy abierto y como rebalsaba su leche espesa recorriendo mi concha para luego gotear a las sábanas. Me levanté, tome mi vestido y me fui al baño. Escuché que las puertas de las habitaciones de mis hermanas se cerraban. Las aventuras no iban a terminar ahí, sino que recién empezaban…