1. El músico y yo


    Fecha: 16/12/2025, Categorías: Confesiones Autor: Strawberry, Fuente: CuentoRelatos

    ... en la mano derecha en tamaño pequeño y otros tatuajes distribuidos en su cuerpo de Adonis. A simple vista él es un joven metalero atractivo, aunque musicalmente escucha y toca de todo.
    
    Recuerdo que Antonio y yo coincidimos en una noche de reggae. Ese día asistí al bar porque la banda de mi sobrina tocaría 3 canciones. Llegué temprano, me senté en la barra y esperé por los shows. Cuando el tercer grupo subió al escenario, el bajista se robó mi atención. El cuarto grupo era el de mi sobrina y ellos cerraban la noche.
    
    La semana siguiente volví al bar con un grupo de amigos y para mí sorpresa otra vez estaba tocando la banda del bajista sexy. Era noche de música latina: bachata, merengue y salsa. Justamente organicé la reunión con mis amistades para poder bailar, fuimos 3 damas y 3 caballeros, 2 de los caballeros eran pareja pero no les importaba bailar con cualquiera de nosotras, el otro hombre estaba interesado en una de las mujeres y los cromosomas XX del grupo solo queríamos bailar hasta el amanecer. Estuvimos bailando hasta las 4 de la mañana.
    
    Cuando el grupo se despide del escenario, aproveché para ir al baño y al salir me encontré con el bajista, así que no perdí la oportunidad para decirle:
    
    —Hola, me ha encantado como tocas el bajo. Bueno, todos los músicos de tu grupo son maravillosos. Te escuché haciendo reggae la semana pasada y ¡qué sorpresa la de hoy: escucharte toda la noche haciendo música latina!
    
    Él me respondió sonrojado:
    
    —Gracias. Tocamos ...
    ... mañana en la noche en el bar de la esquina. Por si quieres volver a escucharnos
    
    Respondí:
    
    —Perfecto, allí estaré. Por cierto, ¿cómo te llamas? Yo me llamo Olivia.
    
    —Mucho gusto, soy Antonio.
    
    Al escuchar su nombre y la forma en la que lo dijo sentí un corrientazo en todo mi cuerpo. Me gustan los nombres que comienzan y terminan con vocales.
    
    La noche siguiente me vestí divina: opté por un vestido strapless en color rojo, tipo tubo y hasta la altura de la rodilla, un modelito que marcaba muy bien mi cuerpo. Me puse unas sandalias transparentes, con un taco tan delgado que podría sacarle un ojo a cualquiera. Mi manicura y mi pedicura eran tipo francés: color nude y línea delgada blanca.
    
    No me puse ropa interior y me apliqué desde el cuello hasta los pies una crema corporal con efecto brillante de olor neutro para que no interfiriera con mi perfume: My de Burberry. La joyería que acompañaba este look fue sencilla y sofisticada: todas las piezas eran doradas, collar largo que caía sobre mis pechos naturales pero firmes, un par de argollas minimalistas y un anillo maxi en la mano derecha. Mientras me preparaba estaba escuchando una canción que dice:
    
    “Ponte cara, solo quiero verte para
    
    comerte porque eres toda una loba en la alcoba…
    
    Ponte cara que esta noche te espero
    
    Para darte lo que quieres
    
    Y tú darme lo que quiero”…
    
    Salí de casa pensando en lo bien que la pasaría…
    
    Estaba tan emocionada por ver a Antonio que me sentía de 20 años y estaba húmeda, ...