1. El músico y yo


    Fecha: 16/12/2025, Categorías: Confesiones Autor: Strawberry, Fuente: CuentoRelatos

    ... con mis pezones, labios vaginales y clítoris algo crecidos y palpitantes…
    
    Llegué al bar y no conseguí lugar para estacionar mi auto. Estacioné a una cuadra del local y maldije la distancia porque aunque mis zapatos son espectaculares no están hechos para caminar una cuadra larga.
    
    Entré y el sitio estaba rozando el límite de su capacidad: era la fiesta de lanzamiento del primer álbum del grupo. Los chicos subieron al escenario, tocaron un set de 8 canciones pertenecientes a distintos géneros musicales y todos los asistentes estábamos emocionados por la energía que transmitían con su show.
    
    Se bajaron de la tarima para empezar a saludar a sus invitados y de repente alguien me toca el hombro, volteo con sonrisa coqueta y para mi sorpresa no es Antonio, era el vocalista de la banda y me dijo:
    
    —Hola, mucho gusto. Gracias por venir al lanzamiento de nuestro disco.
    
    Y yo le respondí.
    
    —Hola, soy Olivia. Antonio me invitó. Los escuché la semana pasada haciendo reggae y anoche haciendo música latina. Hoy me sorprendieron con toda la fusión que hacen, ¡felicidades!
    
    Él con la cara sonrojada, me dijo:
    
    —Soy Santi y gracias por el apoyo. Le diré a Antonio que estás acá en la barra para que se acerque.
    
    Y yo solo sonreí coqueta y le dije:
    
    —Gracias, acá estaré disfrutando mi siguiente Gin Tonic.
    
    No sé qué le dijo el vocalista al bajista, pero en cuestión de minutos Antonio estaba en la barra saludándome. Él me dijo para ir a la sala VIP donde estaba la banda y ...
    ... yo gustosa acepté. Allí volví a saludar al vocalista y conocí a los otros músicos. Conversamos, bebimos, reímos y poco a poco todos se fueron marchando hasta que solo quedamos Antonio y yo.
    
    Aproveche la oportunidad y le propuse un juego: verdad o reto.
    
    Él eligió la verdad. Le pregunté:
    
    —Antonio, ¿qué sientes en el escenario?
    
    Y él me respondió:
    
    —Ansiedad antes del show. Euforia y júbilo mientras toco. Al bajarme de la tarima siento agotamiento físico pero al mismo tiempo tengo una energía haciéndome cosquillas desde la cabeza hasta los pies. Es una experiencia sensorial loca y me encanta.
    
    Luego, me dijo te toca y elegí el reto.
    
    Le dije que me tenía que dar un beso.
    
    —¿Dónde lo quieres? —me preguntó.
    
    —Sorpréndeme —le dije.
    
    Antonio se acercó muy lentamente a mi cuello, sentía su respiración.
    
    Se me erizaron hasta las pestañas.
    
    Tensión.
    
    Mucha tensión.
    
    Estaba recorriendo un poco del área de mi cuello simplemente rozando su nariz y boca.
    
    Mientras yo pensaba: “¡Hazlo, hazlo ya joder! Bésame”.
    
    Y me besó.
    
    Se encendió un fuego dentro de mi.
    
    Uno muy grande. Muy intenso.
    
    No pude resistir más y fui por él.
    
    Nuestras bocas se encontraron.
    
    Nos besamos apasionadamente mientras nos quitamos la ropa mutuamente ahí mismo, en la sala VIP de un bar inspirado en músicos rebeldes.
    
    Antonio se sorprendió porque yo no llevaba ropa interior y me lanzó esa mirada que ponen todos los hombres la primera vez que ven al objeto de su deseo sin ...