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El hijo que siempre quise III
Fecha: 17/12/2025, Categorías: Gays Incesto Autor: Cain3, Fuente: SexoSinTabues30
... pongo encima de mi para poder besarlo. Lamo toda la saliva que se le escurría por el cuello y le meto la lengua otra vez a la boca. Ha memorizado cada vena de mi verga. Lo aviento a la cama boca abajo, el se pone en 4 abriéndose las nalgas para mi, yo meto mi cara en ellas para poder chuparle todo de nuevo. Lamo sus nalgas, su espalda y subo a darle pequeños mordiscos en los oídos que le hacen cosquillas, luego comienzo a juguetear con su agujero, trato de meterle un dedo, despacio, gentil, después de todo, es mi bebé. No me preocupa mucho el si está sucio o no y para mi sorpresa, casi siempre está limpio. Es como si el de verdad leyera mi mente cada que queremos tener sexo, supongo que se hace un lavado cada que se siente caliente. Lo sabe hacer, yo le enseñe exactamente como… gráfico. Yo mismo le e echo algunos, me gusta siempre recibir en mi boca la última lavada que sale de su culo, no lo entenderían… o quizá si. Se dilata bien, al cabo de un rato ya puedo meterle hasta 3 dedos, me encanta que se adapte tan bien a mi, me siento en la cama y me lo pongo encima, le doy nalgadas mientras le meto los dedos, le muerdo el cuello, nos besamos, le rozo la verga entre sus nalgas buscando entrar en el. Siento su verga dura en mi abdomen, ya lubrica, y lubrica bastante, no puedo contenerme más y lo volteo, lo pongo en cuatro y le doy una nalgada, meto mi cara una vez más entre sus nalgas para meterle la lengua y ver que esté bien dilatado, pongo saliva en mi verga y comienzo ...
... a penetrarlo… Comienzo lento, le meto la cabeza y el suelta un gemido, arquea su espalda y de una se la meto toda. Un empujón fuerte, lo sujetó de la cadera y el cuello para que no se me escape, el solo suelta un gemido fuerte, pero no trata de huir, se queda ahí, mordiendo el brazo que le rodea el cuello… y una vez más, voltea a verme con una sonrisa en el rostro. Me encanta que sea así de zorra.Espero solo unos segundos a que se adapte a mi y comienzo a metérselo, primero suave, lento, cariñoso pero sacando mi verga entera y volviendo a meterla, hasta los huevos. Ya una vez acostumbrado a mi comienzo a bombearlo a ritmo, veo como mi verga desaparece por completo en esas bellas nalgas infantiles que rebotan de placer, con una mano sostengo sus dos manos en su espalda y con la otra le doy nalgadas de vez en cuando, el cuarto ya comienza a oler a sexo y se comienzan a escuchar más y más gemidos seguidos del choque de sus nalgas con mi pelvis, nos entregamos más allá que en cuerpo y alma. Sin sacarla, me acuesto boca arriba para verlo cabalgar, le duele un poco esa posición pero la disfruta, no quiere que se la saque y a mí me encanta ver como se la traga entera, lo pongo de costado, levanto una de sus piernas para tener mejor acceso a su culito y otra vez comienzo el mete y saca, nos besamos apasionadamente, su lengua busca la mía desesperada, me hundo en su cuello, le muerdo el oído, con una mano en sus nalgas abro su culo para que entre mejor mi verga. Después de un rato ...