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Le follé la boca a un sacerdote
Fecha: 17/12/2025, Categorías: Gays Autor: Jan Angel, Fuente: SexoSinTabues30
Cuando tenía 16 años hice la confirmación. Un día antes fui a la iglesia para confesarme y poder recibir la ostia. Éramos un grupo de varias personas e íbamos entrando uno a uno en el confesionario. Cuando llegó mi turno decidí contarle al cura todos mis pecados, pues desde le primera comunión no me confesaba y siempre he sido muy creyente. Así que confesé que había peleado con varias personas, que había consumido algunas drogas y al final le conté al padre que mi tío y algunos otros hombres me chupaban el pene. Cuando el padre oyó esto se quedó un rato pensando y al final me dijo que eso era muy grave y que necesitaba hablar conmigo, así que me pidió que lo esperara en la iglesia hasta que él terminara de confesar a las demás personas. Decidí sentarme en una silla cercana y después de una media hora se fue la última persona y el padre salió del confesionario. Era un señor que yo ya había visto un par de veces, era delgado, de unos 50 años, tenía el pelo corto, de piel morena clara y de una estatura un poco menor que la mía. Cuando me vio me pidió que lo acompañara a su oficina. Llegamos a un lugar pequeño pero ordenado, solo estaba iluminado por la poca luz que entraba por una ventana. En un rincón había una silla, el padre me pidió que me sentara ahí y él fue por otra silla que había junto a su escritorio y se sentó frente a mí. -Quiero que me cuentes con lujo de detalles lo que haces con tu tío- dijo el padre mientras me miraba fijamente. -Padre, lo unico ...
... que le puedo decir es lo que dije en el confesionario, mi tío me hace sexo oral varias veces a la semana- respondí. -Y durante cuánto tiempo te hace sexo oral? -No sé exactamente, tal vez 15 o 20 minutos, lo que me demoro en eyacular. -Y se traga tu semen?-preguntó el padre. -Sí señor- respondí. Durante todo el interrogatorio el padre me miró fijamente, sin embargo después de esta última pregunta me lanzó una mirada rápida a la entrepierna. Yo también me miré y me di cuenta de que mi pene estaba totalmente erecto. Ese día yo vestía una pantaloneta (así le decimos a las bermudas en Colombia) y por lo tanto era más notorio. Y te gusta que tu tío te haga sexo oral?- preguntó el padre. -Honestamente sí, lo hace mejor que las mujeres- respondí con una sonrisa. El padre también se rio y me comenzó a acariciar suavemente la pierna, ese momento me puse un poco nervioso y mi corazón empezó a latir muy rápido. -Cometiste un pecado y por eso vas a tener que pagar una penitencia, levántate-dijo el padre. Me puse de pie, el padre también y me llevó hasta otra esquina en donde había un pequeño cuadro religioso. El padre comenzó a acariciar el bulto entre mis piernas. -Si pecaste con el pene, también debes pagar ese pecado con el pene. Bájate la pantaloneta-dijo el padre Lo obedecí y mi pene saltó como un resorte. Mi pene es grueso, venoso y tiene el glande rosa. Cuando el padre lo vio solo me miró asombrado y dijo que yo fui bendecido, tomó mi pene con una de sus manos y comenzó a ...