Le follé la boca a un sacerdote - Relatos Eróticos

Le follé la boca a un sacerdote

... acariciarlo temblorosamente. Se arrodilló frente a mí y comenzó a chuparlo. Yo empecé a gemir, pero no por placer sino porque me estaba lastimando con los dientes. Después de unos pocos minutos decidí hacerme cargo de todo, así que tomé la cabeza del padre con mis dos manos y empecé a sacar y a meter la verga como si su boca fuera la vagina de mi novia. El padre se limitó a abrir grande la boca, puso sus manos sobre mis piernas y de vez en cuando me lanzaba miradas con los ojos llenos de lágrimas.

En ese momento descubrí una de mis prácticas sexuales favoritas: el facefuck (follar la boca). Cada vez iba metiendo el pene más rápido y más profundo, una cantidad enorme de baba iba cayendo por mis bolas y mis muslos, y el sonido que hacía mi pene al entrar y salir era demasiado fuerte, por lo que pensé que no iban a descubrir. Después de unos minutos no pude soportar más, enterré mi pene en la boca del padre hasta que mis bolas tocaron su mentón, y eyaculé mi descarga de semen directamente en su garganta. Respiré profundo y saqué mi pene de la boca del padre, quien tenía la cara muy roja y la boca y el mentón totalmente cubiertos de baba. Él me sonrió y me dijo que ya me podía ir en paz, así que guardé mi verga en la pantaloneta y salí de la iglesia libre de pecados.

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