1. Reggaeton en la discoteca (Reeditado)


    Fecha: 21/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Lapica, Fuente: TodoRelatos

    ... serás un salido cornudo o un salido separado.
    
    No insistí más, pero el viernes siguiente, se le acercó un hombre un poco mayor que nosotros, tendría unos 50 años, alto y fuerte. Cuando lo vi se me aceleró el corazón; estaba seguro de que Susana no tardaría ni un minuto en tomar distancia, pero para mi sorpresa no lo hizo.
    
    Estuvieron bailando unos minutos, y cada vez se acercaban un poco más, hasta que sencillamente unieron sus cuerpos y se enfrascaron en un baile muy sensual… casi sexual.
    
    La polla se me disparó, no podía quitarles ojos… y me acerqué disimuladamente para tener una vista más clara.
    
    No había duda, el hombre metía una pierna entre las piernas de Susana, le agarraba el culo con la mano izquierda y con la derecha casi le sujetaba un pecho.
    
    Susana tenía las mejillas rojas; seguro que notaba el paquete de aquel tío restregándose sobre su pierna, pero se dejaba hacer…. Tuve la sensación de que me buscó en la barra, donde había estado instantes antes, pero al no verme continuó bailando.
    
    Estuvieron así cuatro o cinco canciones; para entonces, aquel tío se había repasado todo el cuerpo de Susana, le había tocado el culo, las tetas, incluso le había tocado el coño por encima de la falda mientras le besaba el cuello.
    
    Si no fuera porque estábamos en un local público me habría sacado la polla allí mismo y me hubiera corrido mirando como manoseaban a Susana.
    
    Finalmente, exhaustos con el baile, se retiraron a un rincón donde había unos sofás, justo al ...
    ... lado de donde yo estaba.
    
    Susana pasó por delante de mí y mirándome de reojo escrutó mi mirada buscando mi consentimiento. Con un leve asentimiento con mi cabeza le hice saber que aceptaba seguir adelante.
    
    Él se sentó en el sofá más cercano y tiró de ella para que se sentara sobre sus piernas. La falda se levantó hasta la cintura y Susana quedó sentada con las piernas abiertas sobre el regazó del hombre. Sin duda, debió notar a la perfección la humedad y el calor del coñito de Susana protegido, únicamente, por sus braguitas de lencería fina.
    
    Susana se abrazó al hombre apoyando sus pechos sobre su musculoso torso y acercando su cara a él.
    
    Entonces, el hombre empezó a besarla en el cuello y, sujetándola por la cabeza, intentó besarla en la boca, pero Susana no se lo permitió. Luego le acarició la espalda, bajó hasta el culo y, por debajo de la falda, le tocó el culo sin ninguna dificultad.
    
    A pesar de que yo estaba muy cerca de la pareja, la zona en la que nos encontrábamos era tan oscura que apenas podía distinguir los detalles; sus movimientos eran lentos y furtivos pero, sin duda, se estaban restregando uno al otro a placer.
    
    De nuevo el hombre insistió e intentó besar a Susana que, esta vez, aceptó el beso sin protestar. Primero fue un beso tímido pero pronto se comieron la boca en un morreo obsceno.
    
    Por suerte, él llevaba puestos unos pantalones texanos de modo que a pesar del contacto con las bragas de Susana no había la posibilidad de contacto piel con ...