1. Lo que comencé como un juego con mi hijo, lo llevé hasta las ultimas consecuencias del poder.


    Fecha: 21/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Incesto Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... especie de juego de poder. Así que, caminando frente a él, le fui diciendo quien era la que mandaba en la casa, y cuál era su lugar, a todas estas mi hijo ni tan siquiera se atrevía a levantar la vista del piso. Aunque me di cuenta que ocasionalmente me miraba de una manera extraña, quizás por andar medio desnuda frente a él, fue después de darme otro trago, se me ocurrió preguntarle, en el mismo tono demandante con que le había estado hablando, que me dijera que le parecía mi cuerpo. Mi hijo, al principio se quedó callado, pero luego tartamudeó, tragó en seco, y finalmente me dijo, lo que yo anhelaba escuchar de sus labios. “Mamá tú tienes un hermoso cuerpo.” No conforme con ello, luego de servirme y darme otro trago de ron, le seguí preguntando. “¿Seguramente te gustaría tocarlo?” al parecer no pensaba responderme, pero justo en ese mismo instante, lo soné por la espalda, ligeramente con el fuete, diciéndole que me respondiera. Tartamudeando más aun mi hijo me respondió, que sí, y cosa rara en mí, comencé a quitarme la blusa y bajar el sostén hasta que mis tetas quedaron por completo al aire. En ese instante le volví a preguntar a mi hijo si deseaba tocar mi cuerpo, pero al ver su rostro reflejado el miedo y la confusión, lo tomé del cabello, y aprovechando que se encontraba de rodillas, hice que pegase su rostro a mis tetas, ordenándole que me las mamase. La cara de miedo, y confusión que mi hijo tenía, lejos de hacerme sentir mal, como que me dieron más ánimos de ...
    ... continuar con mi juego, así que, por un buen rato, lo obligué a que me mamase las tetas. A pesar de miedo que él tenía, ni por un segundo se atrevió a dejar de mamar mis tetas, lo que me produjo el gran placer de sentir que dominaba completamente, a mi hijo. Hasta que de momento se me ocurrió decirle que me bajase los pantis, con los dientes, cosa que hizo, no sin antes vacilar por unos segundos, pero nada más bastó que yo nuevamente le mostrase el fuete que tenía entre mis manos, para que él de inmediato y sin chistar, me obedeciera. Así que cuando estuve de pie ante él, con todo mi peludo coño frente a su cara, pasé varias veces el fuete que tenía entre mis manos, por mi coño, llegando en cierto momento a introducir su mango dentro de mí, y luego pasarlo por las narices de mi hijo, ordenándole que lo oliera. Mi hijo, no dejaba de verme como preguntándome ¿Qué es lo que pasa? Pero sin atreverse a decir una sola palabra realmente, así que de momento lo que me provocó fue restregar su rostro contra mi coño, ordenándole que me lo mamase, chupase, lamiera, y besara. Cosa que al principio mi hijo, comenzó a realizar de manera algo torpe, pero a medida que comenzó a chupar todo mi coño, coloqué una de mis manos sobre su cabeza, y comencé a restregar su rostro contra todo mi peludo y caliente coño, hasta que después de un buen rato me hizo disfrutar de un salvaje orgasmo, como hacía muchos años que no disfrutaba. Después de lo cual, y tras descansar por un corto momento, lo que me provocó ...