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Compartí la cama con mi mujer y mi cuñada
Fecha: 24/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Adrian Soto, Fuente: CuentoRelatos
Decidimos estas vacaciones con mi esposa Adriana y mis hijos tomar un crucero por el caribe. A nuestra idea se acopló Silvia, la hermana de mi esposa. Llegamos al crucero y nos instalamos. Desde la primera noche tuve sexo con mi esposa, a pesar de comenzar las noches cansada, sin ganas, yo insistía y luego de tocarla y chuparla conseguía mi cometido. A la tarde del quinto día, mi esposa me comenta que su hermana estaba muy necesitada de sexo y que no le molestaría que yo pase la noche con ella, que sabía que me gustaba su hermana y como siempre andaba al palo y ella estaba cansada podía tener una noche más tranquila. Silvia tiene un cuerpo delgado, huesudo, buenas piernas un tanto delgadas, tetas pequeñas, un culo no muy redondo, pero bastante paradito, tiene piel oscura, ojos verdes y una gran boca carnosa. Adriana, mi esposa tiene ojos azules, buenas tetas, piernas bien torneadas, de tez blanca, un culo bien parado y carnoso y una boca también grande y roja. Las dos me tienen muy caliente y mi mayor fantasía es tenerlas juntas en la cama Me sorprendió el comentario de mi esposa, pero trancé. Entré en el cuarto de Silvia, estaba con ropa interior blanca, que resaltaba su piel tostada. Ni bien entré al cuarto y la vi, no pude disimular una erección que levantó mi bóxer. -Bueno, bueno. Adriana me dijo que siempre estas caliente, y veo que tenía razón. Sin contestarle, la tomé de la cintura y le di un beso en la boca, esa boca con la que tantas ...
... veces soñé. Luego de eso, me dirigí directo a su concha, y luego de correrle la tanga hacia un costado se la comí por completo con mi boca. Ya estaba un poco mojada, pero con mis labios apretando su clítoris, se mojó aún más. Silvia lanzó un suspiro, me miró a los ojos y me dijo: -Cogeme, por favor cogeme ya. Saqué mi pija por el agujero del bóxer y ahí no más se la puse de un empujón. -Ayyy, si, metémela, que pija dura tenés. -Vos me la pones así de dura, por la calentura que tengo con vos. -Ayyy, siii, dame, damela, damela. -Estas toda transpiradita, como me calienta que estes mojada -Vos me haces transpirar, como me calentás. -Ayyy, siii, ya estoy, ya estoy -dijo -Siii, siii, yo también, no puedo más -dije Y así, acabamos juntos. Nos quedamos un rato sintiendo nuestras respiraciones agitadas, me dio un beso en la boca y me dijo, anda a dormir con Adriana, yo ya tuve lo que necesitaba. Me levanté, me fui a mi cuarto, Adriana ya estaba durmiendo. Al otro día llegue al desayuno un poco más tarde que ellas dos. Cuando me vieron comenzaron a reírse. -Que pasa, -dije -Nada, Silvia me estaba contando que la pasaron bien. -Si, muy bien, -agregó. -Bueno, esta noche me toca a mí, -dijo Adriana-, ayer descansé bien, esta noche te voy a dar la colita. Con este comentario, yo estaba al palo otra vez. -¿La colita?, -dice Silvia-, ¡no estarás hablando en serio! -Si, -dice Adriana-, cada tanto me encanta que me coja por la ...