El desmadre que se formó el día que la familia con - Relatos Eróticos

El desmadre que se formó el día que la familia con

El desmadre que se formó el día que la familia conoció a su novia.

Santiago, Santi como realmente le llamaban todos, tenía veintidós años, era un joven apuesto de cuerpo atlético, alto pues media 1.87, y además era guapo, se podría decir que era una especie de encantador de mujeres, ya que desde los trece o catorce años, había tenido infinidad de novias, con las que su relación era más bien efímera, ya que las sustituía continuamente.

Su hermana tenía 20 años, era alta, 1.75, morena con el pelo corto estilo pixie, ojos grises, un cuerpo mimado por la naturaleza y además cultivado por el ejercicio físico, por lo que no pasaba desapercibida allá donde fuese. Su nombre era Francisca, y hasta que cumplió los once años todos los componentes de la familia la llamaban cariñosamente Francisquita, hasta que llego el momento que ella se plantó y a partir de ese momento paso a ser Francis, que dada su naturaleza belicosa y pendenciera encajaba mejor con su personalidad, ya que no quedaba claro si era un nombre masculino o femenino.

Su escasa familia estaba compuesta por su madre, él y su hermana menor. Su madre, a la que Francis se parecía muchísimo ya que casi era un clon de ella, era Carmen de treinta y ocho años, soltera y con una personalidad arrolladora, jefa de planta en el departamento de pediatría del Hospital comarcal, el segundo más importante de la provincia, y era respetada tanto por su eficiente desempeño en sus funciones, como por lo buena gestora que era en el ...

... trato con sus compañeros, pero sobre todo por el cariño y ternura con que trataba a sus pacientes, tanto a las nuevas madres como a los recién nacidos.

El resto de la familia eran sus abuelos maternos, dado que ni Francis ni Santi tenían idea de quien pudiese ser su padre, más una tía, la hermana menor de Carmen llamada Patricia, y a la que cariñosamente la aplicaban el diminutivo de Patri, y que al igual que su sobrina, llamaba a engaño, pues podría ser Patricio o Patricia. Los abuelos Marcos y Mercedes eran ya mayores, él tenía 78 años y ella 75, y que al igual que su hija mayor habían ejercido la medicina hasta que se jubilaron. Con ellos vivía Patricia, la hija menor de 27 años, once menos que su hermana ya que su madre la tuvo con 48, y al parecer sorprendida y sin haberla esperado, aunque siempre había querido un hermano para Carmen. Patri era diametralmente opuesta a su hermana mayor, y se puede decir que había salido más a su padre Marcos, era rubia, un par de centímetros más baja que su hermana mayor, pero al igual que ella muy guapa y con un cuerpo bellísimo que moldeaba con ejercicio diario, también era dicharachera, simpática, jovial, y siempre parecía alegre, pero un poco díscola y trasgresora a las normas, ya que no quiso estudiar ni medicina ni ninguna otra carrera complicada, se diplomo en educación física y monto un gimnasio exclusivo para mujeres, que resultó ser un éxito rotundo, y donde iban asiduamente su hermana y su sobrina, para mantenerse en forma, ...