EL PACTO 5 (3ra. parte) Por Fin Con ALICIA - Relatos Eróticos

EL PACTO 5 (3ra. parte) Por Fin Con ALICIA

... las 11:00; el trayecto era de 1 hora y media, y como nuestro regreso estaba programado entre las 14:30 y las 15:00 hrs. Nos quedaban entre 2 horas y 2 horas y media LIBRES, por lo que decidí llevarla a un lugar conocido como LA MARQUESA, enclavada en medio de un bosque de pinos y oyameles, y en los que existen, aún, lugares escondidos a las miradas indiscretas, y, que Yo conocía muy bien, por haber llevado a Marita en varias ocasiones, a tener algunos Tórridos Encuentros Sexuales.

Al llegar al sitio, tomé un par de Gruesas Mantas que traía en la cajuela del coche, y llevando A Sonia de mi brazo, caminamos unos 250 mt. Bosque adentro.

El lugar era una pequeña hondonada en medio del bosque, de aproximadamente 10mt. De circunferencia, y 2mt. De profundidad, por lo que era casi imposible que alguien viera lo que ahí ocurría, aún pasando cerca.

Al llegar, tendí las Mantas después de quitar algunas ramitas y piedras, y abrazando a mi Muñequita Rubia, comenzamos a desnudarnos mutuamente, aunque doblamos cuidadosamente nuestras ropas, notando Yo, que su calzoncito de algodón se encontraba totalmente empapado de sus jugos y nuestras recientes venidas, por lo que, sin mayores preámbulos, la puse en posición DE PERRITO, y afianzándome de sus caderas, la penetré de un solo y certero empuje de mis caderas:

Y casi de inmediato se vino copiosamente, y pocos minutos después, me vine Yo También, sembrando mi Blanca y Ardiente Semilla en su No Menos Ardiente Cuevita, pero sin que ...

... bajara Mi Erección, por lo que La hice colocarse Bocarriba, puse sus piernitas en mis hombros, y se la volví a enterrar profundamente, hasta los huevos, que suavemente se posaron en sus Nalguitas, sintiendo que El Glande tocaba la Entrada de su Matriz:

Me sentí completamente satisfecho conmigo mismo, al saber que la mujer más hermosa que conocía, Disfrutaba de que le hiciera El Amor, pero, aún más, que Yo lo disfrutara tanto como Ella, principalmente, por su Entrega Total, Sin Límites Ni Prejuicios, Pero También Con Pasión Y Ternura Infinitas, Que, Inexorablemente, ME ESTABAN HACIENDO ENAMORARME DE ELLA:

Bajé sus Piernas de mis hombros, alzándola Con mis brazos bajo sus Muslitos, y acelerando mis embestidas, dentro y fuera de su Hirviente Vagina:

Y, Por Vez Primera, Nos Corrimos AL MISMO TIEMPO, Sintiendo Ambos El Más Ardiente ÉXTASIS, Que Nos Hizo Experimentar LA MUERTE CHIQUITA, Esa Que Nos Hace Ver La Luz Al Final De Un Oscuro Túnel, pero Ninguno de los Dos Nos Dejamos Ir, Pues Queríamos Volver A Sentirla MUCHAS VECES MÁS.

Me quedé sobre Ella, casi desmayado, al igual que mi Muñequita durante varios minutos, sin que Ella emitiera una sola queja, por el contrario, sufría gozosamente de mi peso sobre Si Misma, como el del Macho sobre su Hembra.

Por fin me hice a un lado, atrayéndola a mi pecho, y cobijándonos con una de las Mantas.

A esa hora, el trinar de las aves y el Sol del Mediodía nos arrullaron, y nos quedamos adormilados durante algunos minutos, al ...