1. Mi primera vez como chica.


    Fecha: 13/02/2019, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... suavecitas, cintura marcada por la genética y pecho delgado aunque fácilmente disimulado con un sostén con relleno y una blusa pegada de color azul pastel, ese día estaba con un “maquillaje natural” -por muy irónico que suene eso- y una bufanda delgada, color roja que me venía bien al atuendo y al otoño que se vivía en mis diecisiete cortos años. En la plaza, las bancas se encuentran de frente a una distancia de unos seis a ocho metros. De frente a mí estaba un joven de veintidós años recién cumplidos, un hombre de tez no tan blanca como un alemán sino más bien como un español promedio, ojos grandes y verdes, barba mal acomodada pero estética en el caos de sus vellos cortos y largos. Podría asegurar que al gimnasio no faltaba desde unos años atrás. Él estaba sentado ahí por casualidad pues yo llegué para relajarme de los días de trabajo y escuchar un poco de Kwoon y Sigur Rós al ver caminar a las personas –después de todo soy fanática de todo lo que puede volverse arte-. Él me miró y yo lo miré, siendo mujer me sentí desde deseada hasta acosada como le puede pasar a muchas chicas; como hombre pude ver en él una mirada que yo usaría: lasciva, devorándome con la mirada y como un jaguar encima de su presa, cayendo con su kilataje para abrazarme como su próxima comida. Eventualmente me sentí cada vez más cómoda con sus miradas y su media sonrisa que soltaba cuando se rozaban nuestras miradas, cualquiera que me vería pensaría que en efecto, soy una chica y no un hombre y él no fue ...
    ... la excepción y cayó también en las redes de mis deseos y apariencia. Se acercó a mí decidido, tal parece que él quería sacarme el nombre y teléfono lo más rápido posible y yo, esta vez, pensaba dejarme llevar también, no sería difícil que me entregara de cualquier modo. No tardó mucho para interceptarme con su voz muy varonil. - -Él dijo- Hola, he notado que me estás volteando a ver desde hace rato. - -Con la voz lo más femenino que pude le conteste- No lo sé, yo solo noté que tú me empezaste a ver, solamente respondí a esas miradas para saber si eran hacia mí. - Bueno, en realidad sí, te noté desde hace rato, ¿por qué te encuentras sola? - -Sonreí- Estaba aquí, sentada esperando a que alguien llegara. - ¿Y soy yo a quien esperabas? - Puede ser, ¿lo eres? La charla siguió tan armónica que me sentí más cómoda que nunca con un hombre, llegado el punto que él me dijo que realmente era muy bonita y que si quería ir a su casa. Con el miedo que siente toda mujer al salir con un hombre a su casa, acepté pues bien puedo defenderme o al menos, pensé, se llevaría una sorpresa de diecisiete centímetros debajo de mi ropa interior. Subimos a su carro, llegamos a su casa y no era nada fuera de lo común, pero al menos era una casa de un solo habitante. De soltero. Me llevó a su habitación y ahí él me preguntó a qué sabía mi boca. Con un labial sin color pero sí con sabor a durazno, le dije que si quería averiguarlo, pero antes tenía que contarle algo, algo muy importante “Tengo pene”. A lo ...