1. Prima en vacaciones


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ritmo de la música, subía y bajaba sus pantis enseñándome su vaginita y a veces dando la vuelta, inclinándose y mostrándome su fantástico culo. También se masajeaba sus enormes tetas con las manos. Mientras, yo estaba alelado con ella, sentado en la cama del cuarto. Hubo un momento en que se me acercó, me desabrochó los pantalones, sacó mi pene y le dio un beso. Luego se levantó y continuó bailando.
    
    Ya cerca del final de la canción, empezó a dar pequeños saltos, tal como hiciera en la piscina, hasta que, inevitablemente, salieron sus tetas saltando (parecía que tenía ensayado el numero). En ese momento se lanzó sobre mí, cerró sus piernas e hizo que mi pene "penetrara" a traves de ellas justo debajo de su vagina. Yo en mi vida había visto semejante posicion. Ella puso una mano en mi abdomen y empezó a mover su cuerpo en un arriba abajo haciendo que mi dedo le penetrara mientras me mastrurbaba con sus nalgas y muslos. Empezó a gemir con un tono delicado y sexy "aaaaa..... aaaaa.....," sabiendo cuánto me excitaba eso. Y en cinco minutos me corrí como nunca, dando un grito enorme. Ella gimió también conmigo. Embarré toda mi leche en sus nalgas.
    
    Pasado el éxtasis, inmediatamente le dije que me la mamara hasta que se me volvera a levantar la polla. Ella lo dudó un momento, pues no le gusta mucho el sexo oral, pero aún así me sentó en la cama y me empezó a limpiar el semen que quedaba con la lengua. Una vez que terminó de limpiarme se metió mi verga en su boca y lentamente ...
    ... me la empezó a lubricar con su saliva. La sacó de su boca para decirme: "ya tenías ganas de una mamada, ¿verdad?". Le indiqué que quería sentir sus nalgas y nos pusimos en posición de 69, ella arriba y yo abajo, pero yo estaba en tal trance que apenas podía lamerla. Pero, eso sí, amasaba todo lo que podía sus nalgas. En esa posición empezó a mover más rápidamente la cabeza arriba y abajo con asombrosa velocidad, deslizando su lengua delicadamente y cuidando de que no me rasguñara con sus dientes. Volvió a parar y me dijo: "Sabe bien tu pene. Me pregunto a qué sabrá tu lechita caliente en mi boca". Yo estaba sin gemir pues me faltaba aire. Y ella gemía como para hacer la situación peor. En pocos minutos me corrí, y ella dijo: "Mmmm, que calentita. Mañana te la tengo que mamar todo el día".
    
    Aún después de correrme, me siguió lamiendo hasta que mi pene recobró su vigor. Entonces me preguntó si quería otra mamada. Era tentadora la idea pero yo seguía obsesionado con la cubana entre sus tetas. La acosté sobre la cama poniéndome yo encima de ella y le puse el brasiere ajustado en sus tetas para que fuera más facil la posición. Apoyé mis brazos en la cama y le empecé a penetrar las tetas con puro movimiento de caderas. Sus tetas eran mejor a como me las imaginaba. Sentí su calor y su sudor absorbidos por mi pene, mientras ella apretaba las tetas en contra de mi palo y gemía con su sexy "aaaaa.... aaaaaa....". Apenas volvió a gemir empecé a embestirla con más fuerza y rapidez. Ella ...