aqui estoy esperando - Relatos Eróticos

aqui estoy esperando

... Imagino a mi profesora de ingles, sola conmigo sobre un gran sofá ambos desnudos, observo lo bella que es, bajita, de cuerpito delgado con esa sonrisa esos ojazos y ese pelo tan suave que cae sobre su espalda, la abrazo desde atrás y comienzo a besar esa nuca, y los laterales del delicado cuello, ella se vuelca hacia atrás, sigo besandola y lamiendo su espalda hasta llegar a sus nalgas redondas pequeñas divinas, sueño con el orificio que esconden, quizás algún dia sea mio, la lambo sin forzar una abertura, me quedo con ganas de contemplar ese bello agujero, pero sigo mientras ella gime, bajo por sus piernas hasta la planta de sus pies, la giro, que espectáculo una hembra divina, que piernas que monte de venus apenas una suave hendidura que me observa como esperándome. Esa barriguita y ese ombligo, cautivantes, esa cintura que la asemeja al cuerpo de una guitarra, pienso como han de vibrar sus cuerdas bajo mi mano, esas tetitas pequeñas con un pezoncito que parece salir con una areola suave y clara, pidiéndome mi succion, hasta los labios carnosos, donde mi boca deberá posarse y nuestras lenguas batirse en un duelo de amor. Continuo, me centro en esa pequeña raja, mi lengua, separa un poco sus labios y un granito rojo sangre surge entre ellos lo abrazo con mis labios y mi lengua lo lame ella se retuerce tiembla y grita su primer orgasmo conmigo, bajo a recoger esos juguitos que destila y sigo hacia ese ombligo, ella llora y gime a la vez, subo hasta su pechitos beso a ambos y ...

... llego con mi boca a sus labios, mi lengua penetra su boca y mi píja su concha ambas a la vez siento sus piernas alzarse y atenazarme nos movemos y ambos tardamos muy poco en llegar a un mutuo orgasmo donde dejo toda mi energía dentro de su anhelante cuevita palpitante y exudando parte de los néctares del amor. Si le gustó mi teléfono es xxxxxxxx y si no destruya esta composición, pues reconozco que para una profesora amar a un alumno es para nuestra sociedad un delito, pues no entienden que el amor no tiene edad. Para ello le hago otra redacción alternativa. La otra composición decía: No se que decir que mi corazón y mi cerebro representen lo que conozco de este idioma, me agrada y lo trato de hablar y escribir con corrección. No se me ocurre otra cosa. En la próxima clase, la profesora pondero algunos trabajos, pero nos recrimino las faltas ortográficas y la redacción en la mayoría de los casos muy elemental. Ni me miró en toda la clase. Tampoco recibi llamado telefónico alguno. Luego vino una suplente pues ella había renunciado. Me sentí muy mal y culpable. Quise disculparme pero no pude localizarla, se había mudado. Desapareció. Termino ese año lectivo, y a pesar del tiempo transcurrido mi mente la tenia presente, realmente me había enamorado de ella. En vacaciones nos vamos al mar, allí en la costa tenemos un departamento y es nuestro veraneo casi obligatorio, además tenemos ya nuestras amistades y la pasamos muy bien. Una tarde, mis abuelas no quisieron ir de playa, se ...