-
Historias de oficina (23) Un placer coincidir en esta vida
Fecha: 19/02/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... los míos, se llenaron de lágrimas y por fin me abrazo. —Con cuidado Eva —dije abrazándola también. —Perdón, perdón, perdón —dijo soltándome al instante. Se levantó de la silla abriendo la puerta de la habitación— ¡Doctor, despertó! ¡Mariza despertó! —pude escuchar como gritaba por el pasillo. El primero en entrar fue Víctor “¿no se supone que debería haber sido él quien me vea primero?” acalle los pensamientos que rondaban mi mente abrazándolo con fuerza. Me beso con amor y ternura tomándome con delicadeza. —Por fin despertaste —dijo arrodillándose a mi lado. El doctor llego acompañado por Eva. Quien me miraba emocionada, se sentó en la silla donde estaba antes abrazándome de nuevo. —Buenos días —dijo el doctor. Bueno realmente no él sino un soldado que se encargaba de traducir lo que me decía. —Nos dio un gran susto, es bueno tenerla de vuelta en este mundo. Llevaba inconsciente más de treinta y siete horas. Mire a Eva quien me confirmo lo que el doctor dijo, sonriente me miraba, tratando de que no me dé cuenta de que lloraba nuevamente. —¿Dónde estoy? —pregunte. —Se encuentra en Sao Paulo, en el hospital militar central —respondió el soldado. —¿Dónde está Michael? —Descanse y lo vera más tarde —respondió. —¡Quiero verlo ahora! El soldado trato de responder nuevamente, pero la puerta se abrió dando espacio a Agostina. Quien me miro sonriente asintiendo y guiñándome un ojo. —¿Qué son esos gritos? —interrogo al soldado. —Le ...
... explicaba a la señorita que primero debería descansar antes de levantarse para ver a su amigo. —Deberías descansar —agrego Víctor. —Sera solo un vistazo ¿verdad mariza? Asentí ilusionada, mientras agradecía que estuviera de mi lado en esta discusión. Me dolía mi cuerpo y me sentía muy cansada pero solo un poquito de ejercicio no hará nada. Llegamos a la habitación donde estaba Michael. El doctor saco una tarjeta de su bolsillo en un momento las puertas se abrieron, dentro había como cinco soldados fuertemente armados. Una mujer se acercó apenas entramos entregándole unos papeles al soldado que nos escoltaba. —Ahh los informes —dijo firmando— tenemos informes de sucesos cada una hora que notifican si hay alguna alteración— miro su reloj sonriente— Diecisiete horas, ni un minuto más ni un minuto menos —lo mire entendiéndolo, quería demostrar algo de liderazgo y eficiencia— Tranquila —dijo el traductor al ver mi cara— INTERPOL insistió que pusiéramos todas as herramientas que tengamos para asegurar la seguridad de su amigo. Por aquí por favor. Me escoltaron hacia otra puerta a su lado había una serie de pantallas que mostraban lo que ocurría dentro, nuevamente se necesitaba una tarjeta de acceso, dentro solo había tres hombres y la camilla donde Michael se hallaba. Tenía unos electrodos conectados a su pecho y un vendaje sobre su herida. Se dieron cuenta que necesitaba unos minutos y me dejaron sola con él —Michael… por favor. No me hagas esto… por favor —dije ...