Mis memorias - Quinto capítulo - Relatos Eróticos

Mis memorias - Quinto capítulo

... encantada. Ya que le decía cosas bonitas y le coqueteaba, le llevo un tremendo ramo de flores y con eso él la mato, hay mi madre me dijo que tenía que cultivarlo y que ojala nunca supiera de nuestro pasado y de lo que hacemos.

Termine con Arturo pues ya no sentía nada por él y eso fue medio traumático, un buen muchacho pero nada.

David también entro a hacer su carrera pero le tocaba lejos fuera de Bogotá, él estudio Ingeniería civil.

Era poco el tiempo en que nos veíamos pues él vivía en su casa con sus padres y yo con mis dos hermanas mayores quienes se dedicaban a la prostitución cuando no tenían trabajo, en el primer semestre conocí a dos paisitas de Medellín que me vincularon a una agencia de prepagos y yo vincule a mis hermanas mejorando la calidad, la dueña vio mis fotos y quiso conocerme entonces me fui con un vestido de minifalda bien ceñido al cuerpo resaltando mis curvas y unas zapatillas de tacón alto abiertas. Una de las paisitas si me dijo que ella era lesbiana y que le gustaba hacer ir a las niñas para comérselas y yo solo pensé ojala sea querida la verraca.

Cuando llegue me hicieron esperar un buen rato me leí una revista que tenían en la salita, me ofrecieron café, al rato ya me atendió, al entrar ella estaba parada mirando por la ventana y al voltear a mirarme me sonrió era una mujer de unos 30 años trigueña de 1.70 de estatura sus ojos negros en su cara dos lunares no más grandes que una lentejuela al lado de su boca, tenía su brazo izquierdo ...

... cruzado sosteniendo el derecho que tenía elevado hacia su boca y su dedo meñique era medio mordido por sus dientes me miro de arriba hacia abajo, diciéndome:

—Mamacita date vuelta.

Yo me voltee mostrándole todo mi cuerpo, ella se me acerco y me agarro el trasero con su mano derecha

—guau esto es pura carne fresca,

Me quede quieta dejando que me tocara y le sonreí. Me pregunto cosas mías, entre charla me hiso desvestir y con palabras me decía que a mí me podría ir muy bien que tenía un cuerpo espectacular. Colocándoseme detrás mío me agarro mis tetas y sugestivamente me dice:

—Aquí te podría ir muy bien pero todo depende de ti preciosa si quieres ganar buen billete.

Me voltea y me toca la cara con sus dos manos y continúa:

—Así es que si tú quieres yo te puedo colaborar para que tengas los mejores clientes.

—sería muy bueno.

Le digo. Luego agarra su cámara fotográfica y me toma varias fotos en distintas poses, ve que me he mojado y su mano toca mi panochita, deja su cámara en la mesita de centro y me mete sus dedos en mí diciéndome:

—entonces que dices te gustaría atender a mis mejores clientes, hay te puedes ganar buen billete.

Yo la escuchaba sintiendo sus dedos frotar mi panochita y mis labios se mordían de placer.

—si me encantaría.

Y sonriendo su boca busco besar mis labios vaginales, lambiéndolos con su lengua, chupándolos. Así estuvo un buen rato. Luego se desvistió quedando solo con sus zapatos y sentándose me hiso chuparla la ...