1. Madre comprensiva


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuarto, mi primo ya se había marchado, salude a mi madre y me fui a la habitación hasta que ella me llamo a cenar, tenía demasiadas cosas en mi cabeza en esos momentos pero recapacitando recordé algo que me sorprendió y era que mi polla era de un tamaño bastante mayor al de mi primo, ahí entendí porque mi última novia se quejaba cuando follabamos. A estas alturas, las pocas experiencias sexuales que había tenido no habían sido tan placenteras como hubiera querido, y mucho menos comparado con lo que acababa de ver, además el problema de papá, esperaba que no fuera hereditario. Me propuse entonces vengarme de los dos: de papá por haberme heredado esa inutilidad en el sexo, y de mamá por todas las veces que había follado con mi primo. Imagine un plan y lo pensaba poner en práctica esa misma semana. Como papá trabajaba los sábados en la mañana y regresaba hasta las 2 o 3 de la tarde, yo tendría suficiente tiempo para desarrollar mi idea: ¡follarme a mi madre! A pesar de que acostumbramos desayunar juntos el sábado, ese día no me levanté de la cama. Esperé que papá se fuera y cuando oí el ruido del coche alejarse, me desnudé por completo y me cubrí sólo con la sabana, y esperé. Como a los veinte minutos (tal y como lo había imaginado), apareció mi madre, recién bañada y perfumada con una bata sencilla que ella usa para andar más cómoda en casa, con la cual cuando hace frio se le marcan los pezones, pero creo que ella nunca se ha dado cuenta. Me preguntó si estaba bien, y por qué ...
    ... no había ido a desayunar con ellos. Le dije que me sentía muy mal, pero que no podía decirle de qué se trataba, porque me daba mucha vergüenza. -Vamos, soy tu madre y siempre hemos hablado con franqueza, dime qué tienes. -Pero, prométeme que no te vas a reír. -¡Prometido! dijo, alzando su mano derecha. -Bueno, lo que pasa es que (hice una pausa, respiré hondo) lo que pasa es que yo (volví a suspirar). Vamos tranquilo, dímelo, para eso nos tenemos confianza soy tu madre, entonces se lo solté de una sola vez : mamá, creo que tengo problemas con el sexo, pues las veces que lo he hecho, he durado tanto para correrme, que mi pareja termina y no me da tiempo de alcanzar el clímax y quedo frustrado, pues sigo empalmado, mi pareja dice que eso no es normal, tú qué crees, ¿crees que soy anormal? ( y al decir anormal, fingí un poco, como haciéndome el sufrido). Mi madre no sabía qué decir, pero al instante reaccionó y me preguntó: oye hijo, y como cuánto te demoras tú, ya sabes, haciéndolo. Yo le traté de responder con la mayor naturalidad del mundo (como quien cuenta las noticias): mamá, duro en promedio media hora. A veces he durado menos, pero en promedio media hora. -¡Media hora! repitió mi madre, y se llevó una mano a la boca, como tapándosela. -Sí, mamá, es eso malo. -¡Hijo, no creo que tengas nada de qué preocuparte! En ese momento advertí que había un cierto brillo en sus ojos, que nunca había visto antes, y al bajar la vista, me fijé que sus pezones se le marcaban totalmente en ...