1. Madre comprensiva


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... su bata, ¡mama estaba excitada! ¡Y era por mí! Decidí ir al todo por el todo y agregué: -Sí, mamá, incluso eso me trae problemas, pues a veces cuando me levanto estoy empalmado y como duro tanto, tengo que esperar mucho rato para poder bajar a desayunar con ustedes. -Ahora mismo…, ¿estás excitado? me dijo con una mezcla de turbación y excitación, que me terminó impulsar. -Sí, mamá, mírame! Al decir esto, aparté la sabana que me cubría y dejé al descubierto mi pene que estaba excitado al máximo, imponente, majestuoso, incluso tenía el glande humedecido con líquido preseminal. Cuando volví a ver a mi madre, ella se acariciaba uno de sus pechos, mientras observaba con admiración posiblemente el tamaño de mi polla. Suavemente dirigí su mano hacia mi pene, ella no se opuso, creo que la excito lo suficiente la idea de pasar media hora haciendo el amor, aunque yo fuera su hijo. Lentamente empezó a subir y bajar su mano a lo largo de mi pene, lo miraba fijamente, con placer. Yo por mi parte, en un dos por tres le quité la bata que tenía puesta, y sin darle tiempo a reaccionar le empecé a chupar las tetas. ¡Qué tetas más ricas! Ella empezó a gemir, yo le apretaba las tetas, se las sobaba, se las chupaba, y al mordérselas un poco, me di cuenta que eso la ponía a mil. Pero no quería entretenerme en preliminares, debía poseer a mi madre de una buena vez, no quería dejarla pensar y correr el riesgo que se arrepintiera. Bajé mi cabeza aún más y le besé el vientre, insinuándole que se ...
    ... acostara en la cama, y bajando mi cuerpo quede de rodillas en el piso en medio de sus piernas separadas y frente a mí su hermosa concha perfectamente depilada rosadita y brillante gracias a su lubricación, volví a acomodarme para seguir chupándole las tetas, pero en realidad lo que estaba haciendo era acomodándome para penetrarla, mientras chupaba sus pechos con más fuerza y le daba pequeños mordiscos, la punta de mi polla sintió la lubricación de su concha , ella se estremeció lo cual me animo a que esto no tenia reversa por eso para no quedar mal busque llevarla antes de la penetración al límite del orgasmo, esperando que me pidiera como lo hizo con mi primo que la penetrara. Con mi lengua comencé a acariciar su clítoris que estaba muy rígido y se vez en cuando metía mi lengua dentro de su concha y ella se estremecía y arqueaba su cuerpo levantando su pelvis ofreciéndomela, deseando recibir placer. Cuando entendí que estaba al límite fue cuando me dijo… no puedo más por favor penétrame ya, entonces con mi mano derecha guié la punta de mi glande hacia esa fuente de calor que me llamaba, que pedía ser llenada, y cuando dejé de jugar con sus pechos, la miré fijamente a sus ojos, ella me miró, y entonces empecé a taladrarla con mi polla, al intentar entrar se quejo, le dije te duele, me dijo no, no, sigue, sigue, continúe hundiendo mi polla hasta que toque fondo, pero aun mi polla no había entrado en su totalidad, lo que me confirmo que mi polla era mayor a la de mi primo, entonces ...