1. El placer de follar a mi prima


    Fecha: 24/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Morningwood, Fuente: CuentoRelatos

    ... me puse a darle. Al menos mi prima tenía el coño elevado con lo que podía metérsela hasta más de la mitad aunque lo estuviésemos haciendo los dos de pie.
    
    Haciéndome parar, Estrella se sacó mi polla y se subió los pantalones hasta bajo el culo ya que el frío comenzaba a superarla. No le faltaba razón, al estar mojada de su vagina, yo tuve que cogerme la polla para que no se me helase también. Eso sí, los dos seguíamos suficiente caliente como para seguir follando hasta que muriésemos de frío y esto si antes no salía nadie a interrumpirnos. Teniendo los pantalones subidos, metérsela de frente iba a ser jodido pero Estrella, gorda entre las gordas, entonces se puso cara a la pared con las manos en ella y arqueó la espalda para dejar su coño accesible desde atrás. Acariciando su culito frío, puse mi polla una vez más a la entrada de su vagina y la penetré. Por la boca se me puso a salir un montón de vaho al ponerme a jadear sin control. Al estar con las piernas cerrada por los pantalones, su interior apretaba mucho más, cosa que no me esperé. Ella gemía ahogadamente para que no hacer más ruido del que ya hacíamos pero, al pegarme totalmente a su cuerpo y llevar la mano a su clítoris por delante, no pudo reprimirse más y comenzó a gemir. Menos mal que allí afuera no había nadie y todas las ventanas estaban ...
    ... cerradas.
    
    Me faltaba poco para correrme cuando me puse a metérsela a golpes. Aplastando mis huevos contra su coño acabé por eyacular, estremeciéndome con cada corrida que derramaba en el preservativo. Estuve sin parar del todo de meterla, esperando a respirar con calma, y entonces Estrella me pidió que continuase, que siguiese un poco más. Tomando velocidad poco a poco, seguí penetrándola como ella me había pedido. Iba a correrse ahora ella con lo que masturbe con ganas su clítoris. Dentro de su coño, mi polla entra y salía más rápidamente a causa de lo muy mojada que empezaba a estar. Entre mis brazos, Estrella se contrajo por el placer del orgasmo. Las paredes de su vagina apretaban y soltaban mi polla, calentándose con cada contracción. Si no hubiese acabado de correrme seguro que no hubiese podido resistirme al sobreplacer que provocaban sus espasmos vaginales, esas piernas bien gordas.
    
    Esperé hasta que ya pareció dejar de sentir el orgasmo para sacarla. Estuvo difícil quitarme el condón de lo que estaba lleno por fuera y por dentro. Ella saco un pañuelo de papel con el que se limpió antes de subirse del todo los pantalones. Yo fui hacia la puerta y esperé a que viniese y entrásemos juntos. Dentro, regresamos frente a la chimenea a calentarnos un poco y esta vez cada uno en su asiento, por desgracia.
    
    FIN 
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