1. Mi mujer, mi cuñada y yo


    Fecha: 24/02/2019, Categorías: Confesiones Autor: Carlosle, Fuente: CuentoRelatos

    El taladro dejó de funcionar, mantuve apretado el botón de encendido y le di un golpe con la palma de la mano, por un momento parecía que iba a resucitar, pero volvió a quedarse muerto al instante, tampoco era de extrañar, ya no me acordaba cuando había comprado aquel cacharro.
    
    Alba, mi mujer no estaba en casa, había salido con Laly mi cuñada, desde la muerte de mi hermano (hacía casi dos años) eran inseparables. La pérdida de un familiar siempre es dura, pero es peor cuando el que se va es joven (treinta y cuatro años tenía cuando tuvo el accidente de tráfico) y de repente alguien que iba estar ahí para toda la vida contigo se va, sin previo aviso, sin despedida. Todos sufrimos muchísimo su pérdida, pero su mujer fue sin duda la que peor lo pasó, con veintinueve años el que era el amor de su vida la dejaba sola después de tan solo un año de casados.
    
    Desde el principio Alba fue su gran apoyo, en todo momento estuvo a su lado. Muchas noches que Laly no podía dormir llamaba a mi mujer para que le hiciese compañía, cosa que ella hacía encantada. Hacía unos meses que parecía estar mejor, se la veía sonreír, estaba más activa y lo mejor era que ya no tomaba ansiolíticos de ningún tipo.
    
    El caso es que en aquel momento cuando estaba haciendo los agujeros para colgar una nueva estantería, el cacharro aquel dejó de funcionar, yo necesitaba un taladro y no me apetecía nada ir a comprar uno. De repente me acordé que en el apartamento de mi hermano tenía uno que él se ...
    ... compró poco antes de morir, yo tenía una llave de su casa, la cogí y fui a buscarlo.
    
    Cuando abrí la puerta escuché música que procedía de una radio, me pareció extraño puesto que no contaba con que hubiese nadie allí, cerré la puerta despacio, me quede quieto escuchando para intentar localizar de donde venía la música, pronto descubrí que el origen estaba en la terraza, era raro puesto que el apartamento está en el último piso del edificio más alto de toda la redonda y allí solo se podía llegar a través del propio piso o volando. Me dirigí a la habitación la cual tenía una puerta acristalada que daba a aquella terraza, cuando miré para afuera a través del cristal me quedé de piedra, allí estaban Laly y Alba y lo especial no era que estuviesen donde yo no contaba, lo especial es que estaban en pelotas tomando el sol en unas tumbonas, yo sabía que ellas a mí no podían verme, puesto que los cristales de la puerta son espejados por fuera para proteger el interior del sol, así que me quede mirando, mi mujer está muy buena y aunque le he visto el cuerpo muchas veces ya hacía tiempo que no la veía desnuda fuera del dormitorio, la verdad es que al verla allí me parecía como si fuese otra, pero lo mejor era mi cuñada, joder que buena esta, hay mujeres que ganan mucho en pelotas y ella desde luego era de esas, aunque no es una gran hermosura de cara, de cuerpo es una diosa digna de admirar, así que aproveche la oportunidad que se me brindaba y me quedé allí mirando aquellas dos ...
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