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A los cinco años me desvirgó el plomero de mi casa
Fecha: 26/02/2019, Categorías: Gays Autor: ananafiz, Fuente: SexoSinTabues
... boca. Le entraba todo, mi penecillo y mis huevitos. No pude evitar poner mis ojos en blanco y elevar la mirada hacia el techo, fue una sensación refrescante y agradable. Sentía como el plomero jugaba con mi pequeña herramienta en su boca. Me pidió si "por favor" me ponía como perrito delante de él. Accedí extrañado, me arrodillé frente a él mirándolo. "No, no, no. Dame la espalda hermosura. " Me dijo, lo de hermosura me hizo sentir querido, no sé. Así que ahí me tenía él, de perrito, con mi cola apintando hacia el. Me trasero de cinco años de edad, pequeño pero con nalgas generosas, con curvas casi perfectas, y piel tersa y suave como la de un bebé. Un anito rosado que se abría paso entre esas nalguitas. El plomero no esperó dos segundos que ya estaba con su cara lamiéndome todo mi culito. Podía sentir cuando intentaba penetrarme con su lengua, pero mi ano no lo permitía. "Aflójate, relájate. Es como cuando vas al baño pero al revéz". Me dijo con una "voz paternal". Intenté relajarme, entendí que debía permitir el paso a su lengua. Pero no había caso, sentí cuando comenzó a introducirme un dedo, lo metía y lo sacaba. Cuando ingresaba me dolía, cuando lo sacaba era como ir al baño. Yo no lloraba, no era de esos niños llorones, siempre me consideraba valiente de pequeño. Recuerdo que en mi mente me decía a mí mismo: "aguanta, deja ver qué pasa, no llores, aguanta". El plomero introdujo otro dedo, la cuestión dolía más. Yo tenía los ojos cerrados, aguantaba la respiración y ...
... luego soltaba el aire para repetir. "Por favor, que nos bañemos con agua fría solamente. " Le dije, notando que me sentía muy acalorado, y necesitaba un poco de alivio. "Si mi amor, ahí pongo solo la fría". Me dijo besándome la espalda y luego estirando su brazo para alcanzar el grifo y apagar la caliente. Luego sentí cuando comenzó a fregar su pene con mi rajita, estuvo así unos segundos largos, me besó la espalda nuevamente y me pidió que aguante la respiración. Lo hice, él sabía que lo haría, que me dejaría hacer todo. Pues llegó hasta donde llegó sin que yo opusiera una sola queja. Sín más vueltas, el plomero comenzó un empuje en mi anito que no terminaba más. Lentamente sentí como su pene intriducía lentamente su cabeza en mi ano, no me dolía mucho porque sus dos dedos tenían el mismo grosor que su pene y ya me habían dilatado bastante. Pero igualmente el plomero decidió meter toda su carne despacio. Pude sentir cuando terminó de ingresar la primera mitad de su pene, yo sentía literalmente como que su pene tocaba mi ombligo por dentro. Sé que es imposible, pero sentía eso. Su pene, con un ancho que me atrevo a decir que no más de 4cm y medio,y un largo de unos 17cm. Es lo que creo hoy, recuerden ue tenía cinco años. No podía ingresar del todo, como si algo dentro mío se lo impidiera. "Qué tienes ahí que no me deja pasar", me dijo sonriendo y claramente excitado. "Nada" le conteste estúpidamente como si la preguntara esperara una respuesta de mi parte. Sentí el mete y saca ...