Josefina, mi ama de llaves y algo más
Fecha: 28/02/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: aleperez, Fuente: CuentoRelatos
Trabajo por turnos en una empresa, para el año 2014 necesitaba urgentemente alguien que acompañara a mi madre. En ese tiempo ella tenía 77 años, dura aún de carácter y vigor, más no en las dolencias de sus brazos, los cuales no podía subir más allá de sus hombros. Una amiga me habló de Josefina, una señora no tan madura pero tampoco tan niña, ya que en ese tiempo estaba casado con la mamá de mis hijos y era o es muy celosa.
Quedamos de vernos para entrevistar a Josefina en los alrededores de la Plaza Bolívar (Plaza Mayor), ella andaba con su niña, una beba que recién había cumplido los 7 años, Josefina es baja, cabello negro liso, brillante, cara un poco redonda, no es fea pero tampoco linda, pero algo agraciada, unos pechos un poco grandes, un culito mediano, en fin no pude ese día en la tarde detallarla, ya que andaba con la mamá de mis hijos, hablamos del empleo, las condiciones las cuales ella aceptó, al día siguiente comenzó, no era gran cosa, acompañar a mi mamá y cuando llegaran los niños del colegio servirles la comida y servírmela a mí dependiendo de los turnos.
Josefina se acopló muy bien de hecho me ayudaba en otros quehaceres de la casa sin ninguna objeción ya que era sólo acompañar a mi mamá y como me había pedido traerse a la niña después del colegio, ya que estudiaba en el mismo instituto que mis hijos y quedaba cerca de la casa no me negué a tal solicitud ya que lo estaba compensando con los quehaceres de la casa y cuidado de mi mamá.
En fin Josefina ...
... comenzó en Julio y ya para el mes de octubre comencé a sentir una mirada diferente de ella hacia mí, de hecho un día cuando tenía el horario de 2pm a 10pm, es decir estaba libre en la mañana y ella estaba en casa, la vi tomar una franela mía olerla y a abrazar dicha prenda de vestir como si me abrazara a mí, no le dije nada, luego a las semanas siguientes me quejé en voz alta de que me dolía mucho la espalda y el cuello, ella en tono de broma me dice que puede darme un masaje, le noté algo en su carita y ojos, optando por hacerme el inocente y aceptar el masaje, busqué la crema mentolada y me acomodé en la cama boca abajo sin franela, soy delgado, mido 1,83 m., me gusta hacer ejercicios y según tengo el cuerpo algo definido, ella procede a untarme la crema y a deslizar sus pequeñas manos, ejerciendo un poco de fuerza pero a la vez muy placentero, cuando pasaba sus manos por mi cuello es como si me acariciara, provocándome una rica erección la cual no me preocupé por ocultar , ya que me había enterado que se había separado de su esposo y tenía semanas que no tenía un miembro entre su vagina, ella suspiraba a medida que me daba el masaje me comentaba de lo sola que estaba y se sentía, decía: “tanta carne y yo comiéndome la arepa sola".
Ya esto era una clara señal de que quería que yo la cogiera, el dilema era sí iba a hacer de esto un rollo, no aguantaba la erección y me volteé, cargaba un short un poco holgado, mi madre estaba en la otra habitación y le tomo su mano y se la ...