Beneficios Adicionales - Relatos Eróticos

Beneficios Adicionales

Recuerdo perfectamente el texto de la oferta de trabajo que me llevo a conseguir mi empleo actual: "Se busca persona responsable y con experiencia en el mundo de la hostelería para puesto de encargado. Salario a convenir y amplios beneficio adicionales. " Precisamente los "Beneficios Adicionales" conforman el núcleo de mi relato. Parte de mis funciones, como encargado de un bar, se refieren a permitir el acceso del personal de limpieza antes de que se abra el establecimiento al público. Dichas labores se llevan a cabo entre las 6 y las 7.45 de la mañana. Tenemos un equipo fijo de personal destinado a la limpieza y mantenimiento del bar. Una de estas personas es una atractiva mujer de 35 años llamada Julia. Al principio no caí en la cuenta de que cada vez que yo inspeccionaba los baños de mi establecimiento, Julia siempre aparecía con la excusa de haber olvidado algún utensilio de limpieza. No hizo falta mucho más para confirmar que nos sentíamos mutuamente atraídos el uno por el otro. Curiosamente nuestro primer encuentro sexual tuvo lugar en el almacén del bar. Una mañana mientras revisaba las facturas del día anterior, vi a Julia entrar en el almacén que está situado frente a la oficina. Admito que mis actos a partir de aquel momento estuvieron exclusivamente dirigidos por mi libido. Encontrar a Julia intentando alcanzar algún producto situado en la estantería superior. Le pregunté si podía ser de alguna ayuda y su mirada fue sufíciente respuesta. El contacto de sus labios ...

... con los míos término de completar mi ereccion. Mis manos rodearon su cintura, subiendo por su espalda hasta su nuca. Empecé a besar su cuello mientras su mano se metía en mi pantalón y alcanzaba mi pene. Casi en question de segundos, su lengua se movía en círculos alrededor de mi grande. Sus labios se apretaban contra mi pene mientras se entraba en su boca, para relajarse mínimamente al realizar el moviendo de salida. Sentía como el órgasmo se iba acercando mucho más rápidamente de lo que yo esperaba. Sabía que tenía que tomar medidas y rápidamente antes de que su perfecta felacion me llevase irremediablemente hasta el órgasmo. Pero para cuando quise darme cuenta mi cuerpo ya no se dejaba gobernar por mis deseos. Aquella mujer se rodillas frente a mi era quien decidía que las reacciones de mi cuerpo. Mirando desde su posición directamente a mis ojos advirtió que mi órgasmo km estaba llegando al punto de no retorno. Habíamos llegado al momento en que pasaría a masturbarme solamente o bien continuaría con su felacion aceptando mi semen en su boca. A pesar de que era totalmente evidente, le hice saber que había llego al límite de mi poder de contención y estaba a punto de correrme. Mi pene permaneció en su boca y el ritmo de su felacion se acentuó lo justo para llevarme al climax. Tras unos momentos de absoluto éxtasis y reparando en el factor tiempo que jugaba en nuestra contra, Julia se limitó a besarme y susurrar en mi oído el siguiente comentario: - . " Me debes una corrida" ...