Beneficios Adicionales - Relatos Eróticos

Beneficios Adicionales

... A lo que yo conteste con un simple: "Yo siempre pago mis deudas, con intereses" Quedamos para vernos en un popular centro comercial, al salir del trabajo ese mismo día. Cogimos un taxi hasta mi casa y durante el trayecto nos fuimos enviando mensajes de texto mutuamente, mientras el conductor que por supuesto permanecía ajeno a nuestros manejos hacia una reflexión sobre no se que gobierno y su país. Nada más entrar en el ascensos empezamos a besarnos y a tocarnos. La tentación de para entre dos pisos y hacerlo allí mismo se truncó por el hecho de que sólo íbamos al tercer piso. Una vez en mi apartamento no pudimos pasar del primer descansillo. Nos deshicimos rápidamente de la ropa y antes de que se diera cuenta mis labios besan el interior de sus muslos dirigiéndose sensualmente hacia su sexo. Los cambios de ritmo en su respiración, sus gémidos y la reacción de su cuerpo a cada una de las caricias que mis manos, labios y lengua producían, fueron la única brújula que me hizo falta para determinar que camino seguir has alcanzar mi objetivo final. El cuerpo de Julia se retorcia de placer solo con sentir el contacto de mi aliento en su pubis. Su sexo completamente lubricado resultaba extremadamente tentador para demorar el momento de saborearlo en mi boca ni siquiera un segundo más. Recorriendo con la punta de mi lengua la parte ubicada entre los labios exteriores e interiores derechos de su sexo. Alternado movimientos ascendentes y descendentes. Pasando lentamente por encima de ...

... su clitoris para cambiar del lado izquierdo al derecho y viceversa. Fui aumentando el, ritmo de mis caricias hasta que sus manos y muslos apretaban mi boca contra su vagina al mismo tiempo en que sentía el sabor de su sexo en mi boca. Alcanzado el climax y contando con la extrema sensibilidad que su clitoris tenía en aquellos momentos fui deslizando mi cuerpo sobre el suyo hasta que nuestros sexos se encontraron. Mientras sentía como su cuerpo aceptaba mi pene sus piernas rodeaban mi cintura. Nuestros labios basaban en un descontrolado frenesí cada centímetro de la piel del otro que se encontraban a su alcance. Tras unos breves momentos cambiamos posiciones y Julia se colocó encima de mi. Girando su cuerpo me permitió acariciar su sexo al tiempo que la penetraba. La vista de sus nalgas llevo mi excitacion a su punto culminante. Empecé por acariciar su ano con la punta de mis dedos. Julia se deslizó hacia delante ofreciendome su ano mientras sus dedos acariciaba no su clitoris. Aplicando ligeramente un poco de lubricante fui completando la penetracion de forma progresiva. Disfrutando juntos cada movimiento. Llegados a este punto necesitaba sentir mi pene en su sexo nuevamente. Julia se colocó sobre mi dejando que mis manos y mis labios alcanzarán cada centímetro de sus pechos y sus nalgas. Sus muslos y su cintura se aferraban fuertemente contra mi. El momento final llego cuando los labios de Julia rodearon nuevamente mi pene y regalándome cada movimiento consiguieron hacerme ...