1. El pervertido


    Fecha: 06/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mis pies, paso otro manojo de cuerdas sobre mis tobillos y ató cada pie a una pata trasera de la mesa. La situación era terriblemente extraña, estaba tumbado sobre una mesa atado de manos y pies a las patas de la mesa , no sabía que pretendía pero empezaba a estar asustado. Decidí que no quería continuar con aquel juego y utilicé mi fuerza para soltarme pero mi sorpresa fue cuando no cedió un solo milímetro ninguna de mis cuerdas que me ataban. Volví a intentar soltarme pero sin éxito, estaba fuertemente atado, es más, empecé a notar un fuerte presión sobre mis manos y pies, me había atado con mucha fuerza.
    
    Asustado sin saber que prendía la Señora comencé a pedir y suplicar que me soltará :
    
    - Lo siento, no lo haré mas, suélteme por favor... - Suplique una y otra vez.
    
    La señora dolores haciendo caso omiso de mis suplicas abrió un cajón y de el saco un objeto que produjo terror, era un cinturón marrón grueso y pesado de piel. No era un cinturón normal de vestir, era demasiado grueso y pesado como para utilizarlo de complemento, era más un instrumento de castigo. Ahora si estaba verdaderamente asustado observando como la señora lo agarraba con su mano enguantada y me miraba fijamente.
    
    - Suéltame, me da igual, díselo a quien quieras, no me importa pero suéltame -Me arrepentí del trato que habíamos acordamos un momento antes, prefería que se lo dijese a quien quisiera antes que me azotará con aquel pesado y grueso cinturón.
    
    - ¡¡¡ CALLAAAATE¡¡¡ - .me grito ...
    ... airadamente, -Ahora vas a aprender lo que le sucede a los cerdos pervertidos como tú, te aseguro que vas a aprender la lección-.Me recriminó de forma furiosa. Ahora comprendí que en ningún momento pretendía contárselo a nadie, sino que pretendía castigarme a su manera. Yo pensaba que la había engañado y era justo lo contrario, ella me habia engañado a mí, no deseaba decírselo a nadie si no castigarme ella misma.
    
    - Suéltame ahora mismo -La grite airado y de muy malas formas .
    
    La señora se acercó al cesto de la ropa sucia en el que hace un momento estaba yo husmeando buscando las braguitas de su hija. Introdujo sus manos enguantadas y sacó unas bragas blancas enormes. Estaba claro que no eran de su hija Carmen, sino que eran de ella, lo noté porque eran de una talla muy grande . Se acercó con las bragas en su mano y comprobé como estaban realmente sucias y desprendían un fuerte olor desagradable.
    
    - Abre la boca - Me ordenó. Por supuesto que me negué , cerré la boca y apreté los dientes, pretendía amordazarme con ellas, eso sería realmente humillante. Cerrar la boca no me sirvió de nada, la señora cerró mi nariz con sus dedos enguantados y esperó pacientemente a que abriese la boca, unos segundos más tarde no tuve más remedio que abrir la boca para respirar y fue el momento en que me encontré sus bragas dentro de mi boca y ella presionando con fuerza para que entraran por completo. Estaba exhausto, seguía atenazando mi nariz para asegurarse que abría bien la boca mientras ...
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