1. Mi amiga de internet


    Fecha: 06/03/2019, Categorías: Hetero Autor: guarrete25, Fuente: RelatosEróticos

    ... besando por el cuello. Le dije que se incorporara para quitarle el vestido y ella me quitó la camiseta. Se quedó con las mallas, le quité también el sujetador. Estaba un poco avergonada por los michelines pero ya le dije que a mi me gustaban y me excitaban.
    
    Le besé los pechos y los acariciaba y apretaba con mis manos, nunca había estado con una chica con los pechos tan grandes. Los pezones eran gruesos y de color claro con unas aureolas muy grandes. Los mordisqueaba suavemente mientras ella empujaba con sus manos mi cabeza hacia ella.
    
    Al rato me dijo que quería comermela y que le dijera si lo hacía tan bien como le habían dicho que lo hacía. Me ayudó a quitarme los pantalones y me quedé sentado mientras ella me acariciaba el pene con sus manos y lo besaba despacio con sus labios.
    
    Estaba ya muy duro y no tardó en lamer el glande con la lengua y empezar a introducirselo en la boca. La noté húmeda y caliente. Cuando estaba bien mojada con su saliva me pajeaba con la mano más rápido, deslizandose de arriba a abajo, lo hacía mientras me miraba, me encantaba que me miraba sin parar.
    
    Siguió comiendomela hasta que noté que me ...
    ... faltaba poco para correrme y se lo dije, me daba morbo correrme en su boca pero no lo haría sin decírselo.
    
    Ella se sentó, y se juntó y subió los pechos con el brazo izquierdo, con la mano derecha me seguía pajeando y mientras me sonreía, sacó la lengua fuera.
    
    Yo me puse de rodillas delante de ella notando como me ardía y me acercaba al orgasmo sin dejar de mirarnos hasta que empecé a correrme, un enorme temblor me recorrió y ella no paró de agitarme mientras eyaculaba chorros de semen ardiendo sobre sus pechos, su cara y su lengua.
    
    Fue una escena muy excitante que sólo había visto en películas porno y ella no se lo pensó dos veces en h`acer.
    
    Yo caí mareado a la cama y ella se reía mientras se relamía y se tragaba lo que había quedado cerca de su boca. Con el movimiento había salpicado casi todo su cuerpo.
    
    Seguidamente me levanté y fui al baño, humedecí en agua una toalla y se la llevé para ayudarla a limpiarse la cara, el cuello y los pechos. Nos besamos y acariciamos un buen rato tumbados en la cama.
    
    Luego hicimos más cosas, volvimos a quedar y hoy en día lo seguimos haciendo, pero lo contaré en otros relatos. 
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