Mi esposo es un idiota cornudo
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... clitoris y presionando mi vagina traando de meterme la punta de su lengua. Me mojé mucho. Mi esposo movía su verga como si intentando cogerme la boca. Yo ya gemía mucho, cuando no tenía la carne de mi esposo adentro de la boca. En eso sentí que el muchacho, dejó de comerse mi cuquita y se quitó presuroso la ropa, vi su figura ponerse sentado sobre sus piernas y abriéndome me penetró. Gemí y gemí cuando el hombre me ensartó su buena verga, se sentía muy gruesa, me la metió hasta el fondo y luego comenzó a moverse frenéticamente, entrando y saliendo duramente de mi vagina. La cama se movía mucho, pues mi esposo también me daba duro en la boca. El tipo me cogía salvajemente, no puedo negar que yo la estaba pasando rico, me puse a imaginar que estaba siendo violada, que es una de mis fantasías más íntimas, y llegué a un monumental orgasmo, eso calentó más el ambiente y en eso el tipo aceleró sus movimientos dentro de mi cuquita y sentí como me comenzó a llenar de leche caliente mi vagina, dándo gritos del climax, mi esposo se excitó tanto de ver acabar un hombre dentro de mi que comenzó a eyacular en mi boca, casi me ahogó con la cantidad de semen que sacó en ese momento. Los dos hombres se derramaron abundantemente. Después de gemidos y gritos de placer, vino la calma, el muchacho se sentó a descansar en una esquina de la cama y mi esposo se sentó en un taburete, yo me tapé con la sabana y me fui al baño a asearme. Me quedé alli dentro hasta que los oí salir de la recamara. ...
... Luego sali y de nuevo escuché el sonido de la puerta de la casa, Mike, el muchacho se había ido. Luego entró mi esposo con una cara de felicidad, me dijo que había estado buenisimo, que tenía rato de haber gozado tanto. Me preguntó si me había gustado, le dije que si, pero que me sentía sucia. -ya se te pasará- me dijo él. Pasaron los días y mi esposo ya planeaba otro encuentro parecido, yo era quien le decía que aún no estaba de acuerdo, pero el se molestaba conmigo por no compartir su deseo. Un sábado, mi esposo salió desde temprano y regresó como a las 9:00 de la noche, iba con dos amigos suyos, estaban algo bebidos, los atendí, y noté que uno de ellos me comía con los ojos, me guiñaba el ojo y me miraba y trataba de sonreir conmigo, yo lo ignoré. En eso, uno de ellos no se por que salió de la casa, solo quedó un muchacho llamado Rodolfo y mi esposo. Se acercó Sebastían mi pareja y me dijo al oido, date una ducha, yo lo ví a los ojos y vi su mirada que tenía un plan y estaba cachondo. Me retiré y dije que me daría una ducha. Me quité la ropa y me metí en la ducha, di la espalda a la puerta. Varios minutos después, oí la puerta y luego apagaron la luz eléctrica, quedó a oscuras, pero se podía distinguir bien a dos hombres que venían hacia mi, me comenzaron a tocar, uno de ellos me besaba los hombros y bajó a mamar mis tetas, el otro, quien era el que andaba coqueteandome, se puso a mis espaldas y bajó a besar y chupar mis nalgas, el del frente debía ser mi marido, quien ...