Mi esposo es un idiota cornudo
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... igual que la vez anterior yo me salí y me fui a otra recamara, para que ellos se vistieran y esperé hasta que se fueran. Luego entró mi esposo y tuvimos sexo muy salvaje. Puedo decir que en esa noche me comí tres vergas duras. Las semanas posteriores, mi esposo no dejaba de hablar de esa noche. Quería más. A mi me había gustado también pero todo tiene un limite y mi esposo no parecía estar de acuerdo. Ahora el desenlace. Resulta que no se como, pero le comenté durante un desayuno, que había una posibilidad de promoverme en el trabajo, pero que había mucha competencia en la plaza. Que había hablado con mi jefe, pero no me dio seguridad. -por que no lo invitas a la casa, a cenar por ejemplo, y te cojes con él a cambio de la plaza??- me dijo mi esposo. Pensé al inicio que se trataba de una broma, pero no, el lo decía muy en serio. Para resumir, invité a mi jefe a cenar, le dije que mi esposo no estaría en casa. El no dudó en aceptar pues siempre he notado que yo le gusto mucho. Incluso una vez me hizo una insinuación, pero me negué. Y la verdad es que mi jefe es un hombre de unos 35 años, muy guapo y atletico, y que lo tuve de protagonista en más de sueño humedo. Asi que acostarme con él no era un sacrificio, pero no se lo dije asi a mi esposo. Ese día, me preparé bien, hasta me hice un lavado gastrico, por si acaso. Me puse lo más sexy que encontré, una blusa con mucho escote, que apenas tapa la mitad de mis senos y una falda cortisima, ahh, no me puse panties. El llegó, lo ...
... pasé adelante y rápido vi su interes en mis senos y mi colita. De nuevo preguntó si no estaba mi esposo. Mi esposo estaba encerrado en una recamara y se daba cuenta de todo, pues había puesto alguna cámara por alli. Durante la cena, charlamos de todo un poco y por fin le saqué el tema de la plaza en la empresa. El me dijo que era una terna y que no era solo decisión de él. -pero tu eres el gerente general?- le dije. El se quedó callado, me levanté y puse mis senos sobre la mesa, lo vi a los ojos y le dije, . no te apetece algo más?, algo más que esté sobre la mesa?-, el por supuesto entendió la indirecta, y alargó su brazo y me tocó el muslo con la mano, me acarició y me dijo . -tu sabes que siempre te he deseado-, diciendo esto y nos besamos ardientemente, con labios, saliva y lengua. Su mano de mi muslo subió hasta mi raja, cuando sintió que no tenía bragas, se puso como loco, me besó y me cargó para depositarme sobre la mesa, levantó mis piernas con sus manos y comenzó a comerse mi cuquita, parecía que de verdad quería comersela, su lengua se metió por todos lados y me hizo vibrar alli acostada en la mesa del comedor. Me corrí en su boca y lengua, mientras el jugaba con el orificio de mi ano con la otra mano. Luego se puso de pie y alzando otra vez mis piernas me penetró, su verga fue tragada por mi vagina con facilidad, pues yo estaba muy mojada. Luego me folló rico con suaves pero profundos movimientos pelvicos, hasta yo lo tomé de la cintura y lo obligue a darme más duro y ...