1. 8 días antes de la boda


    Fecha: 17/08/2017, Categorías: Hetero Autor: ladooscuro, Fuente: CuentoRelatos

    ... me satisfacían en absoluto.
    
    -¿Y porque debería aceptar yo eso? Me quitaste a mi mejor amiga sin razón alguna, y ahora me pides sexo "una última vez". Me siento algo ofendido...- contesté dando un trago más a mi cerveza, mientras veía atentamente su reacción
    
    Sam apretó los dientes, como si le costará lo que estaba por decir, cambio su mirada triste por una más seductora, la que bien sabía que me encantaba, pego su cuerpo más a mis piernas acercándose a mi torso, beso ligeramente mi vientre y giro el rostro a verme.
    
    -Te has puesto aún mejor papi... Sé que te pido algo malo, pero por favor... Te lo ruego papi...- y en un susurro agregó antes de besarme de nuevo- ‘Onegai shimasu’... Haré todo lo que me pidas.
    
    Eso de hablarme en japonés era un juego entre nosotros, siempre en un susurro que nos encendía a ambos, y mi reacción llegó inevitablemente, ella noto el bulto en mis pantalones y una leve sonrisa asomó en su boca.
    
    -No te negaré que suena muy tentador, una hermosa mujer pidiéndome sexo de rodillas enfundada en un vestido de novia... Parece que lo sacas de alguna de mis fantasías, pero aún no me convences- dije inclinando mi cerveza para darle el último trago.
    
    Una vez más ella alargó su mano hasta alcanzar la botella y robármela de las manos, desabrocho mi pantalón liberando mí ya endurecida verga, la inclinó hacia su boca y la posó sobre su lengua, dejando caer la cerveza sobre mi vientre y tragando gustosa el flujo que llegaba hasta su boca. Luego cerró ...
    ... sus labios alrededor de mi miembro y viéndome a los ojos empezó una lenta y placentera mamada. Con esto dejaba muy en claro sus palabras, dos años atrás ella nunca hubiera hecho eso, "me da cosa" decía, y se negaba a ponerla en su boca. Ahora, no sé si cambiando por el tiempo o tratando de demostrar sus palabras, lo hacía, con una expresión que desechaba todo rastro de duda o vergüenza, destilando sensualidad y deseo. Decidí entregarme a la situación y disfrutar de lo que me ofrecía. "Haré todo lo que me pidas" dijo, pues estábamos por comprobar eso.
    
    -Parece que algo has aprendido en estos años ¿verdad Sam?- dije sosteniendo su cabeza pegada a mi cuerpo, obligándola a aguantar mi verga en su garganta. Al fin le permití separarse después de unos segundos, tosió un poco pero su mirada no cambió.
    
    -Sabes que antes no podía hacer esto- dijo mientras me masturbaba con sus manos- pero sé que a ti te gusta, y como dije estoy dispuesta a todo para que me des lo que quiero una última vez.
    
    En su cara se adivinaba la firmeza de sus palabras, y más que eso, el orgullo de saber que me estaba doblegando con sus encantos, darme cuenta de eso me molestó y excito a partes iguales, si quería jugar jugaríamos, pero sería en mis términos.
    
    -Así que dime... ¿Ya te vio tu prometido en tu vestido de novia?
    
    La mención de Mario la tomó por sorpresa y la hizo dudar el instante justo para devolverme el control a mí.
    
    -Ya veo que no, entonces seré el primero en disfrutar de el... Y sin él, ...
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