1. Visitas a mi vecino (Una pequeña fiesta)


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Transexuales Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... se lo montara. Era mas joven y podía contar con él para cualquier cosa. Y cuando digo cualquier cosa, es cualquier cosa. Mantenían una relación muy estrecha desde que D. Carlos fuera entrenador del equipo de fútbol de su pueblo, allá por el año 1985. Entonces Rogelio tenía 19 años, y jugaba de delantero en el equipo.
    
    D. Carlos, entonces Carlos a secas, era un simple entrenador; y Rogelio, en ese tiempo tenía un cuerpazo soberbio, que le volvía loco. Con 41 años, supo seducirle y enamorarlo. Y, solía llamarle, cada vez que su mujer lo dejaba solo en casa, para disfrutarlo.
    
    Ahora, a sus 52 años, Rogelio todavía mantiene un culo muy llamativo; que hace, que mas de uno quiera petárselo.
    
    No, en vano, sabe cuidar su cuerpo, como pocos.
    
    Cuando Dieguito llegó a la casa de D. Carlos, Rogelio estaba montando el mueblecito para la cocina. Y al entrar al salón, se lo encontró con un pantalón corto, de deportes; apretando tornillos.
    
    - ¡Me gustaría presentarte a un amigo!, dijo D. Carlos
    
    Por fin, iba a conocerle. Siempre le había gustado ese señor. Hace muchos años que se encontraba con él, en el portal, cuando iba a casa de D. Carlos
    
    - ¡Hola!, ¡mucho gusto!, dijo Rogelio…
    
    - ¡Encantado!
    
    - ¿Que te parece?, le preguntó D. Carlos a Rogelio...
    
    - ¡Precioso!
    
    Y En ese momento sonó el timbre.
    
    D. Carlos fue a abrir la puerta...
    
    - ¿Está aquí?, ¿ha llegado ya?, preguntó D. Tomás
    
    - ¡Claro!, está en el salón. Con Rogelio
    
    - ¿Rogelio?
    
    - No te he ...
    ... hablado de él, porque es una sorpresa. ¡Espero que te guste!.
    
    Cuando D. Tomás entró en el salón se dirigió a Diego
    
    - ¡Que gusto me da verte Dieguito!.Pero, enseguida miro a Rogelio.
    
    - Este es Rogelio, mi mejor amigo, dijo D. Carlos
    
    D. Tomás se quedó agradablemente sorprendido y le alargó la mano
    
    - ¡Un placer!
    
    - ¡Lo mismo digo!, dijo Rogelio
    
    D. Carlos le cogió por la cintura y le forzó a girarse, para mostrarles ese culazo.
    
    - ¡Está riquísimo, Tomás!
    
    Y Diego se empalmó inmediatamente.
    
    - ¡Ffffffff!, ¡que rico!... y miro a D. Tomás.
    
    D. Tomás sonrió y le cogió por la cintura
    
    - ¡Si!, está buenísimo, si. Pero tu me gustas mucho mas; y hoy, te voy a comer enterito.
    
    Rogelio esbozó una sonrisa, que le iluminó la cara; y se reveló, también, como una cara guapa y con ángel, a pesar de su edad.
    
    Entre los dos le quitaron el pantalón y lo pusieron sobre la mesa grande del salón.
    
    Luego, Tomás destapó el rosado agujerito y esnifó, a tope, durante unos segundos, recorrió con su lengua toda esa raja e inspeccionó sus intimidades a fondo.
    
    Por su parte, Rogelio, que se había colocado adecuadamente, se hizo cargo de ese rabo que se ofrecía tan sugerente…
    
    Terminaron arrebatándole los calzoncillos y colocándolo boca arriba para disfrutarlo entre los tres.
    
    D. Carlos le comía la boca y disfrutaba de sus tiernos labios, mientras pellizcaba sus tetillas. Pero Tomás, le había levantado las piernas lo suficiente como para dejársela ir entre las nalgas; y ...