Visitas a mi vecino (Una pequeña fiesta)
Fecha: 10/03/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... arremetía con ganas.
- ¡Ahhh!… ¡Aghhh!… si… ¡dale!...¡dale!
- ¡Toma, precioso!, que te voy a dar de comer para todo el mes…
D. Carlos, también miraba a Rogelio de vez en cuando; y deseaba su culo, tan familiar y atractivo.
Por eso, le dio una palmadita; y, enseguida, Rogelio dejo de mamar, mirándole interrogante.
Le estaba indicando, que se subiera en la mesa y le diera rabo al chico, mientras seguía comiéndosela, para follárselo mientras se la chupaban mutuamente. Y eso le encantó.
Diego sentía el pollón de Tomás entrando con fuerza en él y la boca de Rogelio que se comía su polla con glotonería, mientras se deleitaba con el sabor de ese rabo, tan deseado, que le ofrecía Rogelio. No podía pedir más.
¡Que placer!
Rogelio, por su parte empezó a sentir como le cabalgaba su dueño y señor, mientras la boca de Dieguito disfrutaba de su rabo, tan goloso y deseado en otros tiempos.
D. Carlos, intentaba dosificarse, para no perder la fuerza. Quería disfrutar del momento, y también alargarlo.
Pero, ese no era el caso de D. Tomás, que estaba hecho un toro y quería que Dieguito lo pasara fenomenal. Lo cogió por la cintura y se lo arrebató a Rogelio, para dejarlo cabeza abajo, de forma que pudiera chuparle el cipote, mientras le daba lengua en el culo y le comía los huevos. D. Carlos abandono Rogelio, por un momento, y se acercó a Tomás para participar de esa comilona tan apetitosa…
Y, en volandas, lo estuvieron disfrutando entre los tres hasta que el ...
... chico dijo que el también quería follarse a Rogelio.
Lo dejaron en el suelo; y Rogelio se colocó para que pudiera trabajarlo.
Diego se acercó a él y colocándose detrás le acarició el culo durante unos segundos.
- ¡Como me gustas, Rogelio!
y le metió la mano, hundiéndole un dedo en el ojete
- Tienes un culo “atómico”. ¡Me encanta!
Y de un solo empujón, se la enchufó hasta el fondo...
- ¡Aghh!… ¡uf!, ¡que bien!
Empezó a pegarle zambombazos y a morderle en la espalda; como podía.
Era evidente que este hombre le gustaba mucho. Y D. Tomás y D. Carlos pudieron verlo con toda claridad.
Rogelio empezó a sentir un placer al que no estaba acostumbrado; y sintió que las piernas le flojeaban.
- ¡Que rico!...¡que rico!...dale fuerte Dieguito, decía Rogelio
Tomas supo que Rogelio merecía mejor trato y arrodillándose frente a él empezó a comerle la polla, comprobando, que era de primera especial y que tenía un sabor extraordinario. D. Carlos, que miraba el espectáculo completamente concentrado en su rabo, se levantó y se la enchufó a Dieguito, que pegó un respingo al sentirla dentro y dijo
- ¡Ay!, ¡cabrones!. ¡Que me vais a matar de gusto!; y empezó a culear hacia delante y hacia atrás.
¡Fffffffffff!… ¡que rico!… se me va a ir la olla…¡mas fuerte, coño!
La fiesta estaba en pleno apogeo y Diego, sentía un placer que iba a marcarle para siempre. Le gustaba follar a tope, pero sobretodo, ese desenfreno en el que ahora estaba implicado.
Se tiraron un ...