1. El joven de al lado


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Transexuales Autor: Edwan.sedafaar, Fuente: CuentoRelatos

    ... pantorrillas. Respiré hondo mientras una suave brisa revolvía mis lacios cabellos alrededor de mi cuello. Salí de la piscina y me acerque a la cama de tomar el sol, me senté en ella y puse mi vaso sobre una mesita lateral. Bajo ella estaba un bote de bronceado que tome y empecé a verter sobre las palmas de mis manos. Unté la loción a lo largo de mis brazos lentamente, en mis mejillas, en mis hombros, en mi pecho y en toda la suavidad de mis senos que solo estaban ocultos en el área del pezón. Aquí volteé por primera vez a la casa de al lado, primero a la ventana de su cuarto, nada, después a su patio trasero, tampoco nada. Continúe untándome el vientre, lo que alcanzaba de mi espalda, y finalmente mis nalgas y piernas. Volví a colocarme los lentes y me recosté boca arriba.
    
    [[[ 11 ]]]
    
    Tomando el sol
    
    Así pasaron cerca de 20 minutos en los cuales cada cierto tiempo volvía a hacer el mismo recorrido con la mirada sobre la casa del vecino, pero siempre era lo mismo, sin rastro de mi espía. Así que opte por voltearme boca abajo. Estaba segura que mi trasero lo volvía completamente loco, así que era posible que hiciera que apareciera de un momento a otro. Quede boca abajo y sentí el calor del sol sobre mi culo. Sonreí un poco y espere. Pasaron ahora cerca de 40 minutos, en los que casi quedaba dormida víctima seguramente de los tragos que estaban ya haciendo efecto. De nuevo me cercioré de que no me espiaban. Continuaba sin aparecer.
    
    -ya está, no va más.- solté
    
    Ese ...
    ... escuincle al fin aprendió la lección. Pensé. Creo que el miedo a que le dijera a sus padres han terminado por amedrentarlo y no volverá a espiarme más.
    
    Creo que sentí entonces un alivio sincero. La experiencia había sido muy intensa pero había terminado ya. Ahora podré disfrutar de mi matrimonio feliz, salir al patio o al jardín sabiendo que nadie está tras bambalinas espiándome, deseándome, si, creo que es lo mejor.
    
    Estando boca abajo, estire mi mano hacia la mesilla tratando de coger mi toalla, mi toalla!, había olvidado traer una, pero no importaba, estaba seca y no necesitaba cubrirme, estaba sola y sin nadie viendo, ¿verdad?.
    
    -Vamonos de aquí, es hora de comer un poco- dije, mientras me levantaba de la cama de sol, apoyándome con las manos y las rodillas poniéndome a gatas.
    
    Un ruido pareció escucharse en el patio trasero de los vecinos. Gire mi cabeza en aquella dirección y la ladeé un poco para poner atención al sonido. ¿Qué es eso? Pensé, Se escuchaba como hojas revolcarse en el suelo, o como pisadas en círculos sobre la hierba. Puse un poco más atención en el lugar donde provenía el sonido. Levanté mi mano derecha y quite los lentes de sol de mis ojos y los recorrí hasta mi cabeza para poder mirar mejor. Las ramas de un par de árboles que convergían en aquel lugar estaban agitándose. El movimiento era cada vez más intenso. Yo seguía a gatas con mi espectacular trasero en alto y mis abundantes senos colgando mientras seguía poniendo atención. Entonces lo vi, ...
«12...181920...29»