Mi feminización III (final)
Fecha: 13/03/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Salimos dejando atrás a Agustina y los demás. Caminamos hacia el auto de Bruno, había viento y pude sentir algo de frio en el cuerpo. Habíamos abandonado la casa donde tanto calor habíamos sentido. Me senté en el asiento de atrás, casi recostándome. Rubén puso música. Estaba perdida en mis pensamientos, ellos venían hablando pero no les preste atención. No podía sacarme de la cabeza la imagen de agustina siento penetrada por todos lados, estaba un poco celosa? Podía ser eso? 3 días atrás quizás me hubiera peleado desarmado con un oso polar por una chance de estar con una mujer como agustina y ahora quería ser ella, siendo el objeto de deseo de cualquier macho que se cruzara y entregándome a sus más bajos y primitivos instintos. El sabor a leche de Bruno todavía estaba presente en mi boca, y sentía mi garganta seca, recordé también la mamada que habíamos compartido con Gabriela, también hubiera matado por estar con alguien como ella. - O no diana? Dijo bruno, lo que me hizo volver a la realidad, sacándome de las fantasías de la putita que estaba descubriendo en mí y había tomado el control de mis pensamientos. - Perdón no estaba prestando atención. Respondí - Que si la pasaste bien. Te gusto? - Sí, me encanto!! Dije con una voz que hasta a mí me pareció femenina y hasta algo forzada. - Qué bueno, yo también gocé mucho con ustedes. - La noche es joven, intervino Gabriela, además todavía queda una sorpresa para Daiana en casa. - Mmm, que será? Respondió en complicidad Bruno ...
... Fuese lo que fuese esa sorpresa, estaba entregada, iba a aceptar lo que viniera, mi voluntad se había doblegado al placer de sentirme mujer y no hubiera podido negarme a nada. Trataba de imaginar que podría ser la sorpresa, me había hecho la idea de bruno cogiéndome como una gata en celo. El auto aceleraba cada vez más, el motor rugía en la autopista y los postes de luz pasaban velozmente por mi ventana. Había un consenso general, algo que nadie dijo pero estábamos todos de acuerdo, había que llegar rápido, la excitación en nuestros cuerpos y mentes así lo requerían. Llegamos después de lo que me pareció toda una eternidad. Cuando entramos a la casa, Gabriela me dijo que fuera para mi pieza. Por un momento, me entristecí, pensé que me estaba dejando afuera de cualquier cosa que fueran a hacer con bruno. Con cara de pesadez obedecí, como una nena pequeña a la que acababan de castigar. Cuando iba acercándome a mi habitación pude ver que la luz estaba encendida, me la había olvidado encendida. Mi sorpresa fue muy grande cuando descubrí que no era yo quien había dejado prendida la luz. Un joven hercúleo estaba masturbándose sentando en mi cama. Él también me estaba descubriendo. Me apoye sobre el marco de la puerta, como si mis piernas hubiesen perdido su fuerza. Tome unos instantes mientras contemplaba la situación. Era un joven de pelo corto, algo moreno y con cara de nene, no creo que tuviese más de 17 años. Tenía el abdomen marcado, sus abdominales se marcaban mientras recorría ...