Mi feminización III (final)
Fecha: 13/03/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... mío, nos miramos a los ojos, como agradeciéndonos mutuamente por todo lo que estábamos viviendo. La bombacha de Gabriela fue bajada hasta sus rodillas casi agresivamente, y un gemido de Gabriela mientras abría su boca y sus pupilas se fueron para arriba, me dio a entender que su amante le había clavado profundamente y sin compasión. En ese momento pude sentir como mi semental dejaba su pija enterrada y cada bombeo hacia que mi esfínter se expandiera mientras me llenaba el culo de leche. La cama se movía violentamente ante las embestidas de bruno a Gabriela, sus jadeos llegaban a mi rostro como un suave y relajante viento tibio, estaba llena de leche, mi verga escupía sus jugos por segunda vez en la noche y mi amante sin haber sacado su verga de mi empezaba a darme masa de nuevo. El ritmo de nuestros machos se iba acelerando al igual que nuestros gemidos, pronto el ruido de sus pelvis y huevos rebotando contra nuestros culos había ensordecido la habitación. Nos mirábamos con Gaby como 2 cómplices y sonreíamos cada vez que nuestros ojos se encontraban, estábamos gozando como nunca. Mi chico me saco su pija y tomando el interior de mi muslo me dio a entender que quería que me diera vuelta. No tardé en hacerlo, me sentía vacía y quería que volviera a llenar ese espacio rápidamente. Tomo mis piernas en sus brazos y llevándome hacia el me la volvió a meter. Gabriela también aprovecho para acomodarse, tras sacarse el panty paso sus rodillas por encima de mi cara, quedando de ...
... perrito arriba mío. Bruno agachándose pasaba la lengua por su ano, era un espectador de lujo de la situación. Metió sus dedos dentro del culo de Gaby y sus jugos goteaban sobre mi cara, intente recibirlos con mi lengua, se sentían ácidos, un néctar prohibido que degustaba mientras me seguían rompiendo el culo, placer que Gabriela no tardaron en darle también, haciéndola gemir como poseída. Veía los huevos de bruno balanceándose y rebotando en la concha que seguía derramando su líquido sobre mi cara mientras me daban masa. Estuvimos así un rato, bruno sacaba su pija, y me la ofrecía para que la degustara, cosa a la que no hubiese pensado negarme, era una catadora de los sabores de Gabriela y bruno, el alternaba entre su culo y su concha. Gabriela debía estar haciendo lo mismo, me desaparecía la pija de adentro mío para volver a clavarse brutalmente unos segundos después. Éramos una máquina de satisfacer instintos sexuales trabajando en equipo. Voy a acabar, dijo bruno, ella rápidamente se salió y se acostó a mi lado abriendo la boca y mirando esa hermosa pija dijo “danos la lechita”. Fue mi señal para copiar su gesto y abrir mi boca para esperar el tan ansiado manjar. Gabriela se clavaba los dedos en la concha y con su otra mano se masajeaba las tetas, mientras bruno se masturbaba más rápido cada vez. Yo sentía que las embestidas de mi juguete violador se aceleraban y se hacían más fuertes, ambos se estaban calentando a punto de acabar. Un gemido anuncio la acabada de bruno, que ...