1. Mis comienzos


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Transexuales Fetichismo Masturbación Autor: erikavan48, Fuente: xHamster

    A mis diecinueve años me encontraba trabajando de comercial en una firma de cosméticos. Con 1,80 m. de altura, 65 kg. de peso y un cuerpo totalmente lampiño, mi figura, aún siendo más femenina que masculina, atraía por igual a hombres y mujeres de todas las edades, pero a mi sólo me atraían las mujeres.Mi trabajo consistía en visitar peluquerías y perfumerías para vender bases de maquillaje, coloretes, delineadores de ojos y labios, barras de labios y todo tipo de productos para la belleza de la mujer. Me encantaba el olor de estos productos, y no tengo duda de que también me excitaba. El trato, además, era casi siempre con mujeres que solían ir maquilladas y vestidas de forma atractiva, no en vano todas se dedicaban a la imagen personal. Desde siempre me habían atraído las mujeres muy maquilladas, y me quedaba mirando al espejo cuando mi madre o mis tías se maquillaban para salir a tomar algo.Con veinte años mi empresa convocó a los comerciales de toda España para una convención en Madrid durante una semana. Allí me di cuenta de que los únicos chicos éramos yo y otro, un joven de mi edad que vivía en Barcelona. El resto eran mujeres. Todas entre los veinte y los cincuenta, todas guapísimas y muy agradables. Y estaba Sonia, mi mejor compañera y una de las pocas a las que conocía, así que lo pasaría bien. Después del primer día de presentaciones, charlas y cursillos, a las seis de la tarde nos dieron tiempo libre hasta el día siguiente. Llamé a la habitación de Sonia, frente ...
    ... a la mía, pero no contestó nadie.Fui a mi habitación y, para mi sorpresa, había una caja encima de la cama con el logotipo de mi empresa. La abrí y había un muestrario completo de todos nuestros productos. No se qué pasó por mi cabeza y por mi cuerpo, pero al darme cuenta de que estaba solo, con más de doce horas por delante, con un minibar cargado hasta arriba y con ese regalo, mi pene se puso duro como una roca pensando en aplicarme con sabiduría esos maravillosos productos. Me metí en el baño, me di una ducha caliente, me rasuré todo el cuerpo menos el largo pelo de la cabeza, unté todo mi cuerpo de crema hidratante y empecé a masturbarme lentamente imaginando cómo quedaría maquillado (o maquillada). En ese momento llamaron a la puerta y me sacaron de mi ensoñación.- Servicio de habitaciones, señor.- Disculpe, no he pedido nada.- Es de parte de una compañera suya.- Un segundo, le abro.Me puse un albornoz del hotel y abrí la puerta. Un chico de mi edad aproximadamente me tendía una maleta de Louis Vuitton.- Su compañera Sonia Pérez, de la habitación de enfrente, me ha pedido que le dejara esta maleta para que la cuide usted. Ha tenido que volver a su ciudad por un asunto familiar urgente y no volverá hasta dentro de tres días. Dice que confía en usted y que lo que hay aquí dentro no lo iba a necesitar, así que para qué iba a llevársela. Si no quiere dejarla aquí la puedo meter en un cuarto que tenemos detrás de la recepción.- No, está bien. Me la quedo.El corazón me latía ...
«123»