EL RETORNO DE LA HERMANA MAYOR, PERO AHORA BAÑADA
Fecha: 04/09/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Leja, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Por la noche retornó la mujer que se había acostado con dos senegaleses, a la vez. Entró a mi casa como una tromba. No me dejó tiempo a nada. Me beso, al tiempo que me agarró de la bragueta y me llevó al fondo de mi casa. Allí, me sacó la pija del bóxer y se la entró a devorar, desaforada. Me miraba a la cara, con los ojos enormes, mientras sentía que mi pija se empezaba a poner grande.
-Mmm, te gusta eh...- dijo mientras jadeaba.
Había venido con un short de tela elástica y una musculosa. Con un corpiño a tono y el pelo mojado. Estaba bañada, agradecí eso. Mi pija hizo el resto poniéndose dura, larga y ancha. Tanto que no le estaba entrando en la boca, por más que peleaba para comérsela toda.
-Faaa, ahora sí ¿será el baño que me pegué?- rió y se comenzó a quitar el shorcito.
Me chupaba la pija, yo estaba apoyado contra la pared de mi pieza. Pero no necesitamos colchón ni nada. Cuando terminó de desnudarse de la parte de abajo. Me dejó la pija bien dura, unos quince centímetros o dieciséis, calculé. Se puso de espaldas a mí, abrió las cachas y me dijo:
-Cogeme fuerte.
Le hundí bien profundo la pija dentro de su concha empapada. Gritó un poco, seguido de un jadea y una risa loca. Mientras se la hundía y la serruchaba, el perfume que salí a de su culo, me ponía más duro. Eso y que hacía uno horas apenas, su hermanita me había dejado con toda la leche dentro. La tomé del pelo, negro y largo, y le sacudí bien la concha a pijazos. Ella, se dobló para atrás, se fue ...
... sacando la remera. Estábamos en el patio de mi casa, a la intemperie. Eran alrededor de las ocho de la noche.
Podía escucharse fuerte el ¡plas! ¡plas! de mi cadera al golpear contra su culo desnudo.
-¡Acabo, hermoso, como me la estás dando!
La seguí sacudiendo, más a mi placer que al de ella. Pensaba en su hermana, en lo bien que besaba la piba, en cómo me había dejado la poronga re caliente y deseosa de entrar en esa conchita pequeña.
Seguí sacudiendo la argolla de la hermana mayor. En un momento, sentí y vi, como su ano se frunció con fuerza, me apretó mucho la pija, tanto que me hizo doler. Yo tenía la poronga muy grande y dura y ella llegaba a un orgasmo terrible. Tanto que cuando arrancó, se separó de mí y me eyaculo fuerte un chorro de flujo largo, seguido de otros tres más cortos.
-¡LA CONCHA!... ¡SE ME SALE!- gritó, y luego, de eso, sus piernas se debilitaron y terminó en el piso, temblando.
Se rió mucho de ella misma, la ayude a levantarse. Agachaba la cabeza, un poco avergonzada.
-¡Qué papelón!- dijo- Perdón, te mojé todo. ¡Pero qué lindo polvo che!- sonriendo, y agitada agregó. Ayer no estabas así ¿Qué pasó?- seguía riendo loca.
Me besó en la boca, mientras me agarraba de la pija.
Con una mano, se pasó saliva en el ano y se volvió a poner en cuatro, pero esta vez, con los codos y las rodillas apoyadas totalmente en el piso de cemento del patio.
-Ahora me vas a romper bien el culo con ese pedazo de verga que tenés.
No fue un pedido, fue una orden.
La ...