1. Ocurrió sin querer


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sucedido antes empezó a pasar por mi mente como una película, y casi sin darme cuenta mis manos se dirigieron a mi coño, y al contrario de otras veces, cuando me masturbo que me gusta empezar acariciándome suavemente toda la vulva, los labios y la entrada de la vagina, mis dedos indice y corazón fueron directamente al clítoris.
    
    No necesitaba excitarme ni lubricarme, estaba caliente como una perra en celo, y mis jugos me chorreaban muslos abajo. Empecé con mi habitual movimiento ritmico circular en torno al clítoris, y según se acercaba lo que prometia ser un bestial orgasmo, me introduje, primero un dedo de la mano izquierda en mi coño ávido de ser "llenado", después dos, y acabé con tres dedos lo más profundamente que pude dentro de mí, todo ello sin dejar de frotarme el inflamado clítoris cada vez más frenéticamente con la mano derecha.
    
    Cuando me empezaban a llegar las primeras ondas del orgasmo, oí un leve ruido a la entrada de la habitación, me detuve y allí de pié delante de mí masturbando su enorme polla, estaba mi "joven admirador", observando extasiado mi lujuriosa desnudez, (parece ser que yo no habia cerrado bien la puerta, y al estar con los ojos cerrados visualizando mi "película mental", no me habia dado cuenta del espectáculo que le habia estado ofreciendo.
    
    Estaba ya demasiado lejos de otra cosa que no fuera dar riendas sueltas a mi cachondez, así que sacándome los dedos del coño seguí masturbando mi clítoris suavemente y ni se me ocurrió pararle ...
    ... cuando desnudándose por completo sin perder detalle de mis movimientos, se puso entre mis piernas que yo tenía abiertas y sujetándome por las rodillas empezó a frotar suavemente su bestial dureza por mi raja deteniéndose de vez en cuanto brevemente en la entrada de mi coño, apretando levemente, manteniendo su cabeza, presionando alli y retirándose a continuación para seguir con su insistente friega.
    
    No sé cuanto duró aquello, pero si que desde el momento en que sentí el abrasador tacto de aquel duro cipote en mi raja, entré en un continuo orgasmo que sin llegar a "estallar" como una traca final, no cesó en sus interminables ondas de placer que cada vez iban alcanzando una intensidad mayor.
    
    Ya no podia más, necesitaba esa polla dentro de mi, así que acerqué mi mano a aquella dura barra de carne y levantando mi culo acerqué mi pubis a su brillante y roja cabezota, la dirigí con mi mano y de un fuerte empujón me la incrusté hasta el fondo en mi coño.
    
    Creo que nunca me había sentido tan llena de polla y mi reacción fue inmediata, estallé en una corrida que hizo ver luces y destellos dentro de mi mente, gritando como una posesa temblaba al tiempo que empujaba con fuerza como si quisiera que se metiera todo él dentro de mí y cuando empecé a sentir los fuertes chorros de su caliente y abundante corrida en lo más profundo de mí volví a correrme de una forma tan brutal que creí que mi cerebro, mi corazón y mi vientre iban a reventar y perdí el conocimiento.
    
    Me desperté a la ...