Inocente - Relatos Eróticos

Inocente

... ternura con delicadeza. 

Ángela_para mí no hay una marcha atrás me he enamorado de ti te deseo y no tengo ninguna intención de abusar de ti ahora sabes que soy lesbiana y quiero saber si te molesta si te molesta mis caricias mis besos o que pueda disfrutar de tu cuerpo tú eres la que decides sobre todo eso. 

Para mí eran muchas cuestiones ya que a pesar de que sus besos me encantaban sus caricias y todo contacto que había sentido con ella hasta ahora no sabía cómo era querer a una mujer en realidad no sabía que era el amor aunque por ella sentía un afecto superior al que podía sentir con una amiga y en la intimidad con ella disfrutaba de aquellos pequeños detalles íntimos. 


Yo_no sé qué decir qué hacer cómo comportarme no sé si soy lesbiana. 

Ángela_ser lesbiana o heterosexual o bisexual son etiquetas, nada más que eso lo importante es que te sientas a gusto que te guste que te mimen hombre  mujer o ambos yo no te veo pido un amor eterno sino que me dejes cuida de ti los próximos años sintiéndote a gusto dejándome quererte y dándote placer puede que si lo pruebas te guste y si no ........ Tú verás. 

Me quedé en silencio como esperando su reacción no creo que se hizo mucho esperar tal y como me tenía acogida por la cintura comenzó a besar mis labios con aquellos pequeños mordiscos hasta que mis labios también hacía lo mismo con los suyos sentís el agua como humedecía mis labios y la mía hizo lo propio en aquel instante en que ambas lenguas se tocaron mis ...

... piernas comenzaron a temblar su boca pegada a la mía y nuestras lenguas jugando una con otra. 

Fue mi primer beso húmedo duró un buen rato pero también sentí como mis bragas también se humedecían de una manera extraña la mano de Ángela también fue aquella zona y enseguida se percató de mi humedad al principio lo hizo sobre la braguita para luego abrirse paso por el elástico de esta hasta sentir aquellos dedos en mi vulva. 

Aquello comenzó a dar un placer que hasta el momento no había sentido nunca nunca me había tocado nunca me habían tocado y cuando alcanzó aquel apéndice el placer ya mis piernas se me doblaban casi en volandas me llegó hasta la cama. 

Tumbada allí prosiguió con sus besos pero poco a poco primero se deshizo de mí picardías para luego soltando mi sujetador comenzó a succionar a chupar a lamer mis pezones haciéndome sentir a qué placer que una mujer podía dar a otra. 

Prosiguió bajando sentía su lengua cada centímetro de mi cuerpo mi ombligo mis singles y por último como comenzaba a besar mi triangulito sin quitarme la braguita su respiración caliente me humedecía todavía más mientras ella aspiraba los aromas de mi vulva. 

Cuando comenzó a quitar mis braguitas mi nerviosismo era casi como mi placer me contorsionaba sin estarme quieta mis manos habían ido a mis pechos pellizcándome mis propias pezones y ahora sentía como su umeda lengua recorría mi raja haciéndome gritar ya de placer.

El calor de aquella lengua deslizándose por mi rajita rozando lo ...