SIGO PATINANDO - Relatos Eróticos

SIGO PATINANDO

... acostada de pecho, frente a la pija, se irguió con los brazos y puso su boquita a escasos centímetros.
-Pasame la lengüita, tesoro. Así, por el agujerito del glande. Así activás el meo. 
Fueron escasos segundos. Al sentir su lengüita acariciando el agujerito, la necesidad de mear vino al instante. Ella abrió la boca y fue tragando, mientras yo meaba. Más de un minuto estuve descargando orín en su boca. Tragó todo, todito, con la mejor sonrisa del mundo.
-Amorcito, tesoro. ¿Querés mearme o preferís que te la chupe para beberme los juguitos de tus orgas…?
No me dejó terminar…
-¡Chupamela, toda, toda, bien fuerte!
-¡Mi amorcito! ¿Luego te la puedo meter en el culito?
-¡Si papito! ¡Lo que quieras! 
A eso me dediqué los siguientes 15 minutos. Sus fluidos chorrean… ¡Es inagotable! ¡Multiorgásmica que le dicen! 
-¡Mamayín! ¡Qué feliz me hacés!
-¡Vos me hacés feliz! ¡Me llevás al paraíso! – Paola cada vez está más entregada. 
-¡Mi amor! En cuanto puedas tenés que venir a mi casa, en la capital. ¡Aunque sea un fin de semana! ¡No nos vamos a levantar de la cama!
-¡Jajaja! ¡Te voy arruinar el colchón! – La patrona de la pensión sigue acariciando, besando y chupando. Está totalmente entregada.
-¡No importa! ¡Por vos vale la pena! – Mis besos, lamidas y caricias la tienen desarmada. ¡Mi amorcito! ¿Me das el culito? 
-¡Si papito! ¡Lo que quieras! - Sin que le dijera nada se colocó en cuatro en el borde de la cama. – En la mesita de luz hay lubricante. Poneme bastante, ...

... porque sino me duele…
-No te preocupés. Yo también me pongo y te la meto despacito…
-Vos poneme en mi culito… Yo te pongo en la “japi” lo necesario…
Eso hicimos. Le embarduné bien el orto, al tiempo que ella se deleitaba con mi pija. ¡Hasta en los huevos me puso!  
La enanqué y busqué, antes de apoyarme totalmente, el rosado asterisco, bastante abierto por las frecuentes penetraciones de mis dedos… (supongo que hay muchas otras penetraciones). Apoyé el glande y empujé. Apenitas un poquito de resistencia…, y entró totalmente…
-¡Aaaahh papito! ¡Cómo me perforás!
-Relajate tesoro…, así entro sin dificultad…
-¡Si, si! ¡Te sientooooo! ¡Es rico! ¡Si tuvieras otra pija te la mamaría al mismo tiempo que me la metés!
-¡Jajaja! ¡Yo pienso lo mismo!
-¡Sos tan lujurioso como yo! – Paola se agarra fuerte de las sábanas. 
Su recto es apretado y, aunque lo ha dilatado con el plug, todavía le falta más práctica anal para que entre sin dificultad. Gime intermitentemente, no sé si de placer o dolor. Ante la duda, yo sigo empujando… ¡sólo falta un tercio!
-¡Aaaaahhhh! ¡Te siento hasta en la garganta! 
-¡Jajaja! ¡No es para tanto! – Llegué con mis huevos a “sobar” la concha.
-¡Papito! ¡Me ensartaste toda! ¡Me abriste en dos! ¡Guacho! ¡Tené un poco de piedad con mi culo!
-¡Es tan rico que no puedo contenerme! – Me quedé quieto unos segundos, minutos tal vez…
Empecé a retirarme despacito…
-¡Nooooo! ¡No me la saqués! ¡Me gusta que estés enterrado en mi culo!
-No la saco, mi amor. Voy a ...