LA PATINADORA (patinando una nueva versión) - Relatos Eróticos

LA PATINADORA (patinando una nueva versión)

... espero!

Efectivamente, le hablé a Gloria, la mamá de Gladys, con quien tengo “buena química” desde el primer día que llegué al pueblo, dado que ella es quien primero me atiende cuando voy en busca del gerente, y arreglé que la pasaba a buscar a las 7. No le dije para que…, y ni siquiera me preguntó.
 
Tal como quedamos con Gladys, a las 6 y media estaba en la casa de ellas.
Vinieron las falsas disculpas y aclaraciones de “interpretación”, y Gloria le sugirió a Gladys que tomara algún juego de mesa para entretenerme.
-¡Está bien, mamá! – De “mala manera” la nena aceptó, y vino a la sala con El Estanciero. Cuando cruzó el arco de ingreso a la sala, su cara de orto se transformó con una sonrisa de oreja a oreja. “Hay que disimular”, me dijo al oído… Colocó el juego sobre la mesa ratona, lo sacó de la caja, distribuyo tarjetas y fichas…, ¡y se colocó a horcajadas de mí!
-¡Shhh…! ¡Ahora tenemos media hora…! – Gladys no quiere perder ni un segundo. Metió su mano en mi entrepierna, bajó la cremallera y me agarró el rotopercutor de carne… - ¡Qué rica! ¡Metemela Dani, por favor, se buenito! – Fue imperativa.
-¡Mi amor! ¡No puedo hoy y acá! ¡Te voy a lastimar! – Estoy totalmente convencido de que es así. - ¿No sos virgen, acaso?
-¿Qué cosa? – La inocente niña no tiene idea…
Gladys tiene un cuerpito grande para su edad, pero sigue siendo una niña. Es algo rellenita, sin ser gordita, y eso la hace más voluptuosa, deseable, además de su pícara sonrisa y sus intencionadas ...

... miradas, sobre todo cuando me mira la entrepierna, sin disimulo. Sus tetitas comienzan a insinuarse, resaltando la dureza de sus pequeños pezones…, y nalgas gorditas, duras y de acompasados movimientos.
-Es que…, bueee… ¿algún nene te metió su “cosota” en tu “cosita”?
-¿Eso que papá le mete a mami cuando están en la cama?
-¡Si! ¡Eso! ¡Justamente!
-Si, si. Pero no fue un nene, fue mi tío, el hermano de mamá… ¡El me la metió! ¡Un día que estábamos solos en casa! Hace…, más o menos…tres meses…
-¿Y después? ¿Alguien más? - ¡Es la mía! ¡Lujurioso y pervertido pensamiento de mi parte! 
-No, no, no quise… ¡me dolió! Él quería hacerlo de nuevo, pero yo no quise…
-¿Y ahora? ¿No tendrías ganas? – Me tiré el lance.
-Es que me dolió, ya te dije…
-Yo te la metería sin dolor…
-¿Y cómo sé? – Gladys no está muy convencida.
-Probamos…, si te duele te la saco…
-¿La tenés muy grande? – Parece que está aflojando.
-No, no, para nada. Normal…
-¿Me dejás ver? – Gladys se va animando.
No dije nada. Ella, sin esperar mi aprobación, me bajó la cremallera y metió la mano. 
-Despacito, mi amor, me podés lastimar…
-Si, si, con cuidado. – Moviendo la pija para un lado y otro, la fue retirando del bóxer y del pantalón.
-Jeje…, no es fácil… - Gladys tiene todo el cuidado del mundo. Yo no meto mano para nada. Ella, con delicadeza, logra extraerla. - ¡Up! ¡A mí me parece grande!
-Es normal tesoro. Además, la conchita se dilata…
-¿Sé qué? – No sabe que es eso…
-Se estira, se agranda… No te ...