Mi hermana religiosa 3 - Relatos Eróticos

Mi hermana religiosa 3

Me llamo Eddy tengo 15 años, en mis otros relatos narre cómo mi hermana mayor Miriam, quien se presentaba como una devota creyente de su iglesia, dejo abierto su whatsapp en su pc y vi que en realidad una hembra sexualmente voraz y sumamente hipócrita. Así que decidí aprovecharme de su apetito sexual insaciable.
Mis hormonas estaban a mil, en cada ocasión que la veía solo podía pensar en las fotos sugerentes que enviaba a sus contactos, hablando con ella la desvestía con la mirada, en especial cuando salía de la ducha solo con una polera y unos pantaloncillos, sin brasier, trataba de hablarle de lo que sea, pero mi mirada me traicionaba viendo su cuerpo, hasta que me pareció observar cómo sus pezones se endurecían y se hacían notar sobre su ropa, lo cual sugería que intuía mi deseo.
No soportaba más aquel peso, así que un día que descuido su pc guardé todas las fotos que pude en mi teléfono móvil. Luego espere a que nuestros padres salieran para encontrarla, le dije a mi hermana, que tuviera cuidado con su computadora, pues cualquiera podría acceder a sus conversaciones y fotografías. Su miedo fue palpable, así que le mostré las imágenes de ella en mi celular de cómo se mandaba fotos masturbándose y chantajeaba a sus parejas para que no dijeran nada, hecho un grito ahogado, se puso pálida y me pregunto ¿qué es lo que quería con eso?.
En ese punto estaba ardiendo en deseos, me acerqué a Miriam y tomándola de su trasero acerqué su cuerpo al mío, aunque ella era mayor ...

... teníamos la misma estatura. Mis manos acariciaron su trasero hasta llegar a acariciar su vulva por sobre su ropa, no tenía mucha experiencia, pero estaba sumamente excitado. Ella se quedó inmóvil, intenté abrazarla para besarla, pero en ese momento reaccionó. Me dijo que estaba loco, que éramos hermanos y que esto era un pecado grave que le diría a nuestros padres. Le amenacé de revelar sus fotos y chats si lo hacía, por lo que se retiró entre enojada y llorando hacia su cuarto.
No volvimos a vernos hasta la noche, temía que me delatara ante nuestros padres. Veía sus fotos constantemente en el celular. Como a las 1 a.m., cuando todos dormían, Miriam me mandó un mensaje de WhatsApp pidiendo que no hiciera públicas sus fotos y prometiendo que ella no diría nada de esto a nadie. Me volvió a excitar, le escribí diciéndole que ella sabía lo que quería, recordé que le excitaba enviarse fotos y le envié una foto de mi polla totalmente parada; me respondió con emojis de caritas sonrojadas, le dije que porque no me enviaba una foto como a sus otras parejas. Tardó en responder, pero me envió una selfie de ella solo con una camisa blanca, le dije que me gustaría verle todo su cuerpo, pero me respondió con un emoji enojado indicando que viera mejor la foto, me fije con más calma y note que en el fondo de su foto anterior su puerta estaba entre abierta.
Con la sangre hirviendo me fui a su cuarto sin hacer ruido, encontré la puerta semiabierta y solo con la luz de una lámpara que iluminaba el ...