A mi edad, esta niña me hizo gozar
Fecha: 16/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: mangom, Fuente: RelatosEróticos
... inmediato sentir que me abría el cierre del pantalón y como empezó a meter la mano en busca de mi pene ya endurecido, lo saco y después de dos o tres chaqueteadas se acomodo y me la empezó a mamar muy dulcemente, yo trataba de evitar que desde los demás automóviles vieran lo que me venían haciendo, ya que no quería dejar de sentir tan excitante mamada en la que sentía como intentaba meterse todo mi pene en la boca y escuchaba las fuertes chupadas que le daba a mi glande seguramente enrojecido por los mordisco que daba.
Pensé en terminar pero no quería dejar de gozar, así como de admirar y acariciar sus hermosas piernas que habían quedado casi al desnudo por la posición en que habían quedado, después de unos minutos se reincorporo sin soltarme el pene y me dijo tío perdón Fernando, estas riquísimo pero debemos volver a la fiesta, en medio de besos en las orejas y el cuello me la guardo cuidadosamente y con sus dos manos subió mi cierre.
Compramos lo que hacía falta, de regreso a su casa, solo le pregunte y tu marido y ella me dijo, es un pobre diablo y lo nuestro no va a funcionar pero no quiero que nadie aun lo sepa, no volví a pronunciar una sola palabra solo iba pensando como una persona de mi edad había permitido una situación así.
Paso entre hora y media y dos, mientras estaba con mi esposa y mis compadres, llego de repente Lety y nos dijo a todos, me robo unos minutos a mi tío, tomo mi mano y me jalo, quien podía imaginarse lo que íbamos a hacer, subimos por ...
... la escalera que lleva al cuarto de servicio en la azotea, en cuanto entramos puso el seguro a la puerta, se me acerco y me empezó a besar muy apasionadamente.
Casi sin perder tiempo me empezó a desabrochar la camisa y el pantalón sin que dejara de sentir su juvenil lengua en boca, se separo de mi y sin dejar de mirarme se levanto el vestido y lo saco por su cabeza, dejándome ver sus dos enormes senos bien paraditos, además de su hermosa piel blanca que solo la tapaba una diminuta tanga de hilo, se arrodillo y me bajo las pantalones junto con los calzones, mi pene resorteo como no lo hacia desde hacia muchos años.
De inmediato lo tomo con las dos manos y lo empezó a mamar con tanta fuerza que no podía evitar el gemir, sostuve su cabeza con mis manos y con movimientos de mi cadera intentaba introducir mi pene lo más profundo que se pudiera en su boca, me obligo disimuladamente a bajar el ritmo tan impetuoso que llevaba.
Soltó mi pene y termino de sacarme los pantalones, se puso de pie, la recosté en la cama y la empecé a besar, luego continúe por su cuello hasta llegar a sus senos que sujete fuertemente, chupando y lamiendo en busca de un poco de su leche, fui bajando tratando de besar cada centímetro de su piel, ella solo se contorsionaba y jadeaba, con lo que me confirmaba su excitación, hasta que llegue a su rosada vagina, la que me quise comer de una sola mordida, pero quería hacerla gozar.
Abriéndole las piernas le introduje mi lengua sintiendo de inmediato sus ...