1. La reina Verónica y su lucha en desventaja


    Fecha: 21/10/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... presión contra el delicado esfínter. La pobre mujercita no estaba hecha para aquellos tratos. En el momento en el que el glande por fin, a fuerza de empujar salvajemente, se abrió paso por el culo virgen de la muchacha, Verónica sintió la fuerza de la perforación en sus tejidos como una brusca sacudida que le arrancó de cuajo varias lágrimas que cayeron solas colcha la colcha donde ahora se restregaba. Emitió un grito agudo y lacerante que hizo las delicias de su acompañante.
    
    A pesar de estar bien estrecha y difícil, el negro siguió empujando con ahínco y poco a poco, centímetro a centímetro, excavó la caverna de la atleta para enterrarle su portento negro. Michelle ya prácticamente ronca y psicológicamente rota, moría en vida al notar sus intestinos colapsarse y reventar ante esa intrusión. La entrada no cesó hasta que el violador logró aparcar su extenso falo en toda su longitud, hasta que sus huevos no chocaron contra la entrada de la chocha. Y ahí exhaló el enmascarado, victorioso por su lucha en doblegar el último reducto de castidad de Verónica. Notaba palpitante las paredes intestinales de la chica ahogarle el bicho con altas presiones, pero ahora llegaba el momento de su disfrute.
    -¡Aaaah... Cabrón, me duele!-
    -¡Me gusta oír esas palabras tuyas...!
    
    Efectivamente, al extraer el bicho, se había cubierto de una fina capa rojiza que bañaba ambas pieles unidas por el ensañamiento. Nada importaba al violador, a quien tal visión solo le hizo sonreír con más sadismo ...
    ... mientras disfrutaba de su sumisa. También se alegró su compañero, más aún cuando otra penetración hasta el fondo volvió a sacudir las heridas de Verónica.
    
    Y a partir de ahí, el enmascarado disfrutó de su posesión casi inanimada como quiso. La penetró de una forma deshumanizada, bruta, a pesar de no tener nada en contra de ella, pero empujo y sacó su miembro de su culo con tal fiereza y velocidad que no tuve en cuenta la virginidad ni la estrechez de la joven. A cada latigazo dentro de ella, la joven respondía con gritos ahogados entre las sábanas, con lágrimas que mojaban y remojaban la misma parte de la sábana, con músculos que flaqueaban como los de sus brazos que ya no pudieron poner más resistencia y se dejaron batir al ritmo del imparable enmascarado.
    
    Una buena puñetada lo que le estaba pegando aquél forzudo a aquella nena jovencita de tan buen cuerpo, cada reventada a su culo elevaba aún más su libido y pugnaba por vencer paulatinamente la resistencia de la atleta, por ir formando su ano a imagen y semejanza de su descomunal herramienta.
    
    Pasaron unos minutos y sacó su bicho del culo reventado de Verónica, orificio el cual había desdibujado para siempre. Un gran boquete quedaba como huella, una deformación aberrante causada por su grosor. Escurrían restos de sangre del intestino dañado de la joven, pero él aún no había acabado, y quería acabar por todo lo alto.
    
    El cuerpo de la joven cayó destrozado y débil contra la colcha, temblando por el padecimiento recién ...
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