La reina Verónica y su lucha en desventaja - Relatos Eróticos

La reina Verónica y su lucha en desventaja

Esta historia es ficticia, sacada de mis fantasías sexual salvajes de una de las luchadoras mas sexys de mi país,  La reina Verónica...

La noche caía tranquila en el hotel de la organización. La campeona de lucha libre Verónica estaba sola en su habitación. Verónica acababa de cenar algo ligerito y practicaba riéndose su baile sexy frente al espejo de la habitación, con música de fondo. Cuando se cansó de la broma, puso la alarma en su reloj para la siguiente semana, aunque no era necesario, porquesabía que su entrenador vendría en persona a levantarla cuanto antes.

Ya estaba a punto de meterse en la cama, pero, para su sorpresa, llamaron a la puerta. ¿Quién podría ser a esas horas? De repente, oyó una voz al otro lado de la puerta.
-Servicio de habitaciones. ¿Puede abrirnos, señorita?-

A Verónica le pareció muy raro, pero al fin y al cabo era gente que hacía su trabajo. Verónica se arregló un poco el pijama y se dirigió hacia la puerta. Quitó los seguros y abrió la puerta. Al otro lado había dos hombres enmascarados gigantescos. Jamás debía haber abierto la puerta, pero ya era tarde.

Uno de ellos puso la mano en la puerta y la empujó hasta el fondo, desplazando a la propia atleta. Ella intentó quejarse por la intromisión, pero él pasó rápidamente el umbral, le tapó la boca a la chica en pijama y la empujó hacia el interior de la habitación. El otro enmascarado entró detrás de la rehén y el compañero y cerraron la puerta con cada uno de los seguros que Verónica ...

... había abierto antes.
-Sujétala bien, pero déjala hablar. Si gritas, nena, desearás no haber competido nunca.
-¿Pero qué quieren? ¿Qué hacen aquí?- dijo Verónica en pijama. Le contestó el enmascarado que parecía más grande.
-Tenemos un encargo que resolver contigo, queremos lucha contigo. Una lucha de desventaja contigo... Con esa pijama no eres tan sexy como cuando te vistes de luchadora, pero te lo vamos a quitar rápido.-
-¿Qué?- acto seguido Verónica recibió un puño en el estomago.

-Es mejor que te calles- el enmascarado se acercó a ella y le tocó las enormes tetas por encima del pijama, mientras ella se retorcía de dolor por el golpe. Verónica no volvió a gritar porque uno de los enmascarados sacó un cuchillo enorme y le bastó verlo para entenderlo. El enmascarado comprobó para su sorpresa que era una luchadora muy bien dotada. No tardó en arrancarle el top del pijama para revelar el brasier que había debajo. El otro enmascarado volvió a tirar con sus manos esta prenda interior con fuerza, mucha fuerza hasta que rompió las costuras del brasier y las separó del torso desnudo de la joven. Sus tetas, redondas, perfectas y rebotaron en un gesto que encendió la lujuria de los enmascarados al máximo.
-No está buena la putita esta, cabrón.-

Mientras uno seguía sujetando a la luchadora por la espalda, el otro cogió una teta cada uno y lo estrujaron con fuerza, provocando dolor en Verónica, quien procuraba gritar lo más bajo que podía para no ganarse otro puñetazo. El ...