Motfrais y su delicioso viaje en el metro - Relatos Eróticos

Motfrais y su delicioso viaje en el metro

... culo y te lo voy a partir.
María obedecía, posicionándose de manera que su trasero quedara expuesto y vulnerable. El hombre, sin piedad, comenzó a introducir su enorme verga en su ano lentamente, mientras ella gemía de placer y dolor. —Me duele, me vas a partir en dos —decía entre lágrimas de placer—, pero bien que te gusta, putita.
—Y a ti te encanta que te lo meta así —respondía él, empujando más profundo hasta que sus bolas chocaban contra la suave piel de sus nalgas—. Eres una puta insaciable.
Finalmente Maria estaba siendo tomada por completo mientras el tren avanzaba su camino dejando un registro de gemidos y jadeos en su interior , el hombre, satisfecho y exhausto, se retiró lentamente. —Vamos a la cantina —le dijo, ayudándola a bajar del asiento—. Hay unos amigos que quiero que conozcas.
María, con una sonrisa satisfecha y una mirada de sumisión, respondió: —Depende de cómo me lo hagan, papi. Si me hacen disfrutar como tú, soy toda suya.
Así, María, ahora completamente transformada en una mujer dispuesta a satisfacer cualquier deseo, se preparaba para enfrentar una noche de lujuria y sumisión en la cantina, lista para cumplir los caprichos de quienes se cruzaran en su camino.