Horas extras doble vida 3 - Relatos Eróticos

Horas extras doble vida 3

Ahora sabía a la perfección era más homosexual que hetero e incluso que bisexual ya que mi relación con aquellos dos tipos para mí fue satisfactoria y incluso con Adolfo ya me sentía hembra. 

Mi sorpresa fue que estos dos tipos aparecieron un día por el bar y venían con ganas de volver a follarme pero como me había indicado Adolfo tenía unos planes algo distintos y les sugerí que se pusiesen en contacto con quién me dominaba sexualmente. 

No voy a mentir que algún escarceo tuvimos en los baños pero ahí se quedó la cosa posiblemente para mí desgracia ya que conseguí ponerme muy cachondo. 

Mi culo ya parecía un bebedero de patos ya que todos los días era follado por la pareja algunas veces mejor que otras o por decir algo más satisfactoriamente ya que Adolfo a veces se ponía bastante bruto. 

Ahora incluso en el trabajo me me imaginaba estar con hombres que atendía así que casi todo el día andaba empalmado imaginándome estar con unos y con otros aunque también por supuesto contaba las mujeres. 

Era domingo y el jefe me debía alguna hora así que salía más temprano de  lo normal ya estaba avisado mi macho así que hoy cenaríamos juntos. 

Como siempre llegar a casa a ducharme y vestirme de hembra era prácticamente lo habitual en casa. 

Mis besos alguna chupadita era el preámbulo de el rico sexo y mi entrega total no había ninguna excusa me había convertido en aquel juguete sexual que aquella pareja deseaba y para mí era más que satisfactorio lo que recibía a ...

... cambio pero sobre todo como me sentía personalmente ya que en la intimidad era una auténtica hembra. 

Eva se había arreglado estaba sexy como siempre y Adolfo llevaba un tanga en el que se le marcaba aquel cipote tan rico. 

Cuando me dispuse a preparar la mesa Eva mi indicó que teníamos invitados me quedé un tanto extrañada pero no hice ninguna pregunta continué con lo que estaba haciendo. 

Sobre las ocho de la tarde sonó el timbre y yo era la indicada en abrir. Sorpresa mayúscula aquellos dos chavales con los que había estado follando hacía unos días estaban allí en la puerta con sonrisas de oreja oreja trayendo uno de ellos una bandeja de pasteles y una botella de cava. 

Ambos me dieron un ligero beso en los labios al entrar dirigiéndose por mi indicación hacia el salón donde Eva le recibió a ambos con sendos besos en la mejilla mientras que Adolfo. 

Adolfo. Bueno bueno que tenemos aquí dos chavalotes majos. 

No dudo momento ambos les dio un buen morreo con lengua que los tipos correspondieron con la habilidad mientras que acariciaban su trasero al desnudo. 

Nos sentamos un rato en el salón admirando ambos machos mi forma de vestir y piropeándome también ambos acariciaban mis piernas uno a cada lado mientras que Eva disfrutaba de lo que allí veía y Adolfo mantenía su mirada en nosotros tres. 

Eva. Tenéis algún inconveniente en que grave la orgía, si no lo podemos hacer con algún tipo de máscara. 

Ambos tipos comentaron que sin ningún problema si era ...