Sexo pagado - Relatos Eróticos

Sexo pagado

... lo que se venía y de poder hacer más cosas que tenia en mente para esa fecha. 

La casa donde vivimos es grande y hay un cuarto que pretendía ser de invitados pero que básicamente yo uso como estudio, ahí trabajo y hago ejercicio, tengo un sofá, mi escritorio, la computadora de mi trabajo, sonido y un proyector. Ahí sería el escenario. El día siguiente fui a comprar la ropa que iba a usar, la cual iba a ser un traje de sirvienta erotica, busque el más revelador y sensual qué pude, unas zapatillas negras y compre un dildo grande, quería que se viera y se sintiera toda una puta. Ese cuarto tiene un ventanal grande que sirve a la vez de entrada principal y da a la calle directamente, es una calle solitaria y solo pocas personas caminan por ahí o los vendedores nocturnos qué visitan la colonia para ofrecer pan o antojos de comida ambulante. 

Llegado el viernes en la mañana le di el paquete con la ropa y los zapatos que tendría que usar, le dije. 

S: aquí tienes tu atuendo de esta noche, a las 9 de la noche llevaré a los niños con tu prima y regresaré directamente a mi oficina, estaré ahí a las 9. 30 pm, quiero que entres por el acceso del patio a las 10 pm en punto ya vestida y dispuesta a ser toda una profesional por dos horas. 

M: ok muy bien, Ya que, no me queda ya acepte, y mi paga? 

S: cuando te presentes a la puerta ahí recibirás tu dinero ( ya lo tenia listo en un sobre amarillo). 

Así se dio la hora, lleve a mis hijos y regresé a tiempo para prender mi ...

... computadora iniciar sesión en messenger y conecte mi proyector apuntando a la ventana, la cual tenía una cortina que fácilmente permitía ver lo que se proyectaba, mi webcam apuntaba a mi sofá. Se llegó la hora y tocaron a la puerta de acceso por el jardín, al abrir me llevé un espectáculo, se veía toda una puta bien hecha,  además llevaba un plumero pequeño que era algo que no esperaba. Llevaba su cabello en una coleta y más maquillaje de lo que ella acostumbraba, sus labios qué de por si son carnosos (tipo Angelina Jolie y  sus amigos de soltería le pedían decir ocho) se veían adornados por un rojo intenso de su labial. El juego empezaba... 

S: pasa Melissa ayudame a limpiar mi oficina, (se detuvo el la puerta y me jaló del brazo).

M: perdone señor Sebastián no se le olvida algo?

Y me hizo la seña con sus dedos de "dinero contante y sonante", me sonreí porque sabía que estaba aceptando el papel que quería desempeñar, una puta aunque no tan barata. 

S: ya veo que no se te va una, aquí tienes ( le puse el sobre entre su faldita y su piel).

Melissa saco los billetes y pasaba su dedo por su lengua para contar los billetes uno a uno, asegurando el pago completo. 

Al entrar vio que el proyector estaba encendido viéndose la pantalla de mi computadora (todavía no se veía la llamada qué tenía en messenger). Durante la semana había entrado a un grupo de swingers en Facebook y no me importaba quien, solo elegí al primer hombre que se presentó para esta ocasión. 

En ...